En las comarcas de Ortegal y Eume la avispa asiática está tardando más en activarse
10 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los repentinos cambios del tiempo alteran el ciclo vital y el comportamiento de la Vespa velutina nigrithorax, que ya lleva semanas desplegando una intensa actividad en el entorno de los colmenares del área de Ferrolterra. En las comarcas de Ortegal y Eume, la avispa asiática aún no supone una amenaza para las abejas. Rafael Díaz Nieto, delegado de la Asociación Galega de Apicultura (AGA) en la zona de Ferrol, recuerda que la destrucción de nidos se alargó hasta el 24 de enero: «Fue el último poblado que saqué, y a principios de febrero vino un verano adelantado y empezaron a salir las reinas».
El trampeo permitió capturar numerosos ejemplares. «Sacamos muchísimas, pero se multiplican de tal manera que no hay forma de controlarlas, salvo si se coordinan varios ayuntamientos limítrofes con una campaña de trampeo generalizada», señala. Y no resulta nada sencillo poner de acuerdo a los concellos, que, en caso de actuar, lo hacen de manera independiente. La colocación de trampas, cada vez más selectivas para evitar el sacrificio de otro tipo de insectos, parece la mejor fórmula para tratar de frenar el avance de la velutina.
La efectividad del trampeo
Manuel Rodríguez Gómez, responsable de AGA en Ortegal, certifica la efectividad de los dispositivos de captura de reinas: «Nótase agora. Nas zonas [de los municipios de Mañón, Ortigueira y Cariño] onde máis trampeamos de momento non hai nada, collemos unhas 400 raíñas; pero onde non se fixo, como Mera de Arriba ou Sismundi, están empezando a atacar as colmeas e estamos sacando niños primarios». También alerta de problemas en varios puntos donde no llegaron a eliminarse los nidos secundarios de la anterior temporada. «Os máis altos quedaron; se tendo as ferramentas non se combate o perigo, esténdese», lamenta.
La experiencia de Manuel Ferreira, al frente de AGA en Eume, apunta a una aparente caída de la población de velutina. «Estanse vendo os primeiros niños primarios, xa se quitaron varios, e por onde se fixo trampeo caeron menos raíñas que o ano pasado, aínda que iso non é garantía de nada -aclara-. Nas colmeas non se ven ataques, de momento, a diferenza do que ocorre en San Sadurniño, Narón ou Ferrol».
La evolución depende del tiempo
Ferreira apunta, por otro lado, que el atrayente (para las trampas) distribuido por la Xunta «funcionou moi mal nas zonas de montaña, e na costa chégalle moito». Y no se atreve a avanzar un diagnóstico. «O tempo está moi cambiante e estalles alterando o ciclo; o calor favoréceas, pero os primarios que fan no chan, se agora vén auga, estrágaos. O ano pasado foi moi malo en produción de mel e este, nas zonas de eucalipto, moi bo». En Ortegal, Rodríguez ve más riesgo donde no se instalaron trampas o permanecen los nidos viejos, «porque as raíñas escondéronse alí». El trampeo, coinciden, sigue siendo recomendable.