Catas lujo y las novedades de 200 bodegas en el Fevino de Ferrol

B. A. FERROL

FERROL CIUDAD

Fevino, cata 8 vinos de 100 Puntos Parker, con Luis Gutiérrez
Fevino, cata 8 vinos de 100 Puntos Parker, con Luis Gutiérrez César Toimil

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fevino ha transformado la sede de Afundación de Ferrol en una gran vinoteca de lujo en la que durante dos días se podrán probar grandes añadas y comentarlas, además, codeándose con grandes voces del vino como el mítico viticultor de O Ribeiro Emilio Rojo (que conquistó EE.UU. y a Woody Allen) o el propietario y director de la tienda especializada en vinos Vilaviniteca Quin Vila, entre otros muchos con el mismo peso.

Cada dos años Fevino convierte a Ferrol en una suerte de Burdeos en el que las bodegas hacen anuncios de sus cosechas más especiales y los autores de las listas que marcan las modas se esmeran explicando sus calificaciones. Por eso Luis Gutiérrez, el catador de la lista Parker para España, abrió el salón con una prueba comentada con los vinos a los que ha concedido sus matrículas de honor, es decir, los cien ansiados puntos. Algunas de estas botellas llevaban medio siglo esperando a ser descorchadas: «Dentro de poco habrá muchos vinos gallegos en catas como esta», anunció el productor Telmo Rodríguez, que tomó la palabra para hablar de una de sus añadas (Las Beatas 2015) incluida en un ránking junto a Matador Parreno 2001, un Pingus 2004 y rarezas que se han convertido en joyas construidas con largos viajes entre barricas de madera y depósitos de hormigón, como un Montilla Moriles, 1946 Toro Albalá Don PX Convento Selección.

El mejor enólogo del mundo

El catador de Parker tuvo enfrente a un público especial, con una primera fila en la que estaba Raúl Pérez, el mejor enólogo del mundo, y que horas antes había recogido uno de los premios Guardianes del Vino del salón. Raúl compartió reconocimiento con Vicente Cebrián, el propietario de Marqués de Murrieta, la investigadora gallega Mar Vilanova y dos escritores especializados en contar historias sobre los frutos de la viticultura: Amaya Cervera y Víctor de la Serna.

Todos incidieron en que las añadas se hacen grandes cuanto más pesa la pasión que hay detrás del trabajo de recuperar variedades o viejos viñedos: «Un vino sin historia que contar no es noticia», precisó la autora de una web bilingüe, Wine Lover, que considera que los vinos españoles viven su mejor momento.

Raúl Pérez también impartió una cata vertical de sus producciones en el Bierzo (Tilenus y Valtuille). Fue de lo más generosa, ya que explicó sus secretos ante hosteleros y productores gallegos, que le escuchaban embelesados mientras descorchaba botellas mágnun de su colección particular: «Aunque trabajes de una manera, la tierra marca el vino», precisó antes de confesar que uno de los indicadores para la vendimia es espiar el momento en el que los pájaros comienzan a picar sus uvas.

Todo mientras en el túnel del vino se explicaban centenares vinos, motivo por el Fernando Yáñez, el director de Fevino, cree que la feria se ha convertido en un sueño, ya que se espera que sean más de 2.000 los profesionales del sector los que pasen por este espacio hasta que cierre esta tarde. Eso sí, lo hará con una fiesta abierta a todos los vecinos.