Pese a registrar los peores resultados de las mareas urbanas, el aún alcalde aspira a un cargo en coalición con Ángel Mato
30 may 2019 . Actualizado a las 13:28 h.En una inédita vuelta de tuerca política en los municipios gallegos, un alcalde aspira a convertirse en concejal de gobierno tras perder las elecciones y después de malograr la mitad de los apoyos recibidos. Se trata del regidor ferrolano en funciones, Jorge Suárez. Quiere formar parte de una futura coalición encabezada por el socialista Ángel Mato. Y lo hace después de que en este mandato haya fracasado el bipartito que estableció con el PSOE de Beatriz Sestayo, que se rompió a los quince meses convirtiéndolo en el pacto más breve de la historia de Ferrol. Y tras registrar un resultado nefasto.
Tras el cambio de cabeza de cartel socialista en las municipales, Suárez quiere seguir en el gobierno. Su hoja de ruta no pasa por la dimisión. En la noche electoral aseguró que su continuidad dependería de lo que decidiese la asamblea de Ferrol en Común. Pero sus palabras encierran más un gesto que una verdadera disposición a dejar su puesto en la corporación, algo que previsiblemente nadie le exigirá. Esa asamblea a la que aludió es un órgano dominado por él mismo y sus afines de Esquerda Unida, y en el que carece de relevo como jefe. En su seno apenas queda ya contestación interna, después de que en estos cuatro años los descontentos con su gestión lo hubiesen ido abandonando.
El 26M noqueó con sus resultados a los de Suárez. Pasaron de seis a tres ediles, y de 7.200 apoyos hace cuatro años a 3.600. Es decir, el peor resultado de las ciudades gallegas con alcaldes del cambio, en el que pese a la caída tanto Xulio Ferreiro -que ya se ha ido- como Martiño Noriega -que ha puesto su cargo a disposición del partido- resistieron mejor. La autocrítica a la que el alcalde en funciones alude en su discurso se queda en las palabras. No hay indicios que apunten a que Suárez vaya a asumir personalmente la responsabilidad de los resultados del 26M. De hecho, la misma noche electoral se acercó tras el escrutinio a la sede del PSOE para felicitar a Mato. Y ofrecerse una vez más, como ya había hecho en campaña, a entrar en el futuro gobierno.