La Charla saludable dedicada a los ojos aportó medidas para retrasar dolencias

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

La jefa de Oftalmología del CHUF habló de presbicia o degeneración macular

21 may 2019 . Actualizado a las 23:40 h.

El ciclo de Charlas saludables que organiza La Voz y el área sanitaria de Ferrol volvió a llenar el salón de actos de Afundación para una ponencia de la jefa del servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF), María Dolores Álvarez. El encuentro llevaba el título Envejecimiento de nuestra visión, ¿podemos retrasarlo? y efectivamente aportó muchas claves para cuidar la vista a medida que pasan los años. La especialista mostró que el sistema visual funciona como una cámara de fotos y fue describiendo cómo evolucionan las partes del ojo. «El iris se contrae y se dilata en función de la luz, igual que una cámara fotográfica -detalló-. El cristalino es un juego de lentes mucho más perfecto que el de cualquier cámara, aunque sea un teleobjetivo».

El signo más temprano de que los ojos se hacen mayores es el más conocido: la presbicia. «Es el primer síntoma que aparece de la edad y se debe a el músculo que hace que el cristalino se abombe y concentre los rayos lumínicos se ha cansado, está fatigado igual que cualquier otra parte del cuerpo y no puede más, por eso al alejar el brazo vemos bien, porque se le exige menos esfuerzo», precisó la jefa de Oftalmología del CHUF, que recalcó que no se trata de una enfermedad, sino de una alteración que se puede remediar con gafas.

Otro de los aspectos que dio a conocer radica en la importancia de los músculos que intervienen en el acto de mirar y que en la actualidad están atrofiados, porque la gran mayoría de las personas siempre están ante una pantalla. «Estamos más de doce horas mirando de cerca, con el móvil, con el ordenador... Nuestra vida se mueve por debajo de los dos metros, eso es un esfuerzo visual muy grande, por eso comenzamos a ver problemas en niños».

Cataratas

Otra huella de la vejez en el ojo es la catarata, sobre la que María Dolores Álvarez precisó que se forman en el cristalino y que tienen diferentes fases, aunque el Sergas se operan cuando se ha perdido el 50 % de visión, que es el momento en el que este problema se convierte en incompatible con la renovación del carné de conducir. «Aparece en torno a los 50 años, pero no es necesario intervenir justo cuando se presenta», apuntó la especialista asturiana, aunque se declara ferrolana de adopción. Sobre las cataratas apuntó, no obstante, que hay enfermedades como la diabetes, el tabaquismo o los efectos de la luz ultravioleta que aceleran su aparición. En el área sanitaria se operan unas 2.000 cada año.

Moscas volantes

En el recorrido por el ojo, la especialista se detuvo en el humor vítreo, ya que se va desintegrando a medida que pasa el tiempo: «Es cuando empezamos a ver moscas volantes, aunque los miopes lo vemos desde la infancia -explicó ante unos gráficos muy didácticos-. Y se puede producir un desprendimiento de vítreo, pero no hay que alarmarse, porque no tiene la gravedad de uno de retina. Es más es un seguro para que esto no se llegue a dar».

Antes de comenzar a explicar los efectos del paso de tiempo en la mácula relató que esta parte del ojo es la que transforma el estímulo lumínico y lo envía a la parte del cerebro que elabora la imagen. «La retina no es algo pequeñito, sino que tiene seis capas de células superpuestas y la luz tiene que atravesarlas todas para llegar a los fotoreceptores», detalló para dar a conocer que cuando hay obstáculos en este proceso se suelen captar en las pruebas que se realizan en los retinógrafos de los que disponen los centros de salud.

La oftalmóloga reconoció que no se conoce aún el origen de la degeneración macular, pero se pueden tratar sus repercusiones. En los casos más graves ocasiona sombras muy oscuras en el centro del campo visual y algunos pacientes deben someterse a un tratamiento que implica inyecciones dentro del ojo cada mes y que devuelven la visión. La prevención en este caso es sencilla: cuando aparecen los primeros síntomas, que son manchitas blancas se puede detectar con una revisión en el óptico realizando un test que se denomina rejilla de Amsler.