Ya está aquí Tomás el afilador

FERROL CIUDAD

I. VALERIO

Uno de los pocos que ejercen ese oficio en vías de extinción

22 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un oficio en vías de extinción y por eso llama la atención ver por las calles de Ferrol a un afilador con su chiflo anunciando sus servicios puerta a puerta. En Galicia, la mayor parte de los afiladores venían de Ourense, y de allí y más concretamente de Nogueira de Ramuín, es Tomás López, hijo y nieto de afiladores, que hasta el jueves recorre Ferrol y la comarca ofreciendo sus servicios puerta a puerta, como antaño. Su abuelo es de los tradicionales que iban con la rueda recorriendo Galicia, pero todo se moderniza y también la herramienta. Tomas recorre todo el norte de España de Ferrol a Irún. No viaja en coche, ni en tren. Va como antes con la rueda, en este caso con las de su bicicleta equipada con todo lo necesario para hacer un buen trabajo de afilador. Desde dos euros afila un cuchillo, y lo hace en un abrir y cerrar de ojos. Realiza su trabajo con maestría, la de la experiencia acumulada en su familia. Presume de que su trabajo es ecológico, no consume energía. Cambia la cadena de la bici por una polea para mover las piedras de afilar y pedalea para hacerlas girar y dejar un juego de cuchillos mejor que de estreno. Los hosteleros de la ciudad han aprovechado para poner a punto sus cuchillos. Tomás viene preparado no solo para los cuchillos tradicionales, ahora hay cuchillos de carbono y de titanio que también pone a punto. Luego seguirá su viaje de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo. Tomás enseña lo desgastadas que están las suelas de sus zapatos de tanto camino hecho, pero está orgulloso de mantener viva una tradición como la del afilador.