España desata una crisis con EE.UU. tras retirar la Méndez Núñez del Índico

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

FERROL CIUDAD

La Méndez Núñez, integrada en el grupo de combate del portaviones Abraham Lincoln
La Méndez Núñez, integrada en el grupo de combate del portaviones Abraham Lincoln ARMADA

Putin asegura que quiere restablecer «plenamente las relaciones» con Trump

15 may 2019 . Actualizado a las 08:50 h.

«No hablamos de una decisión política, sino de una decisión práctica y técnica», aseguró desde Bruselas la ministra española de Defensa, Margarita Robles, para justificar la retirada de la fragata Méndez Núñez del grupo de combate liderado por el portaviones estadounidense Abraham Lincoln.

La orden del presidente estadounidense, Donald Trump, de redirigir la nave hacia el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán en plena escalada de tensión con Irán ha provocado la espantada repentina de la fragata, con sus 215 tripulantes a bordo. Ante la enorme trascendencia política que podría tener esta decisión y la posibilidad de que el Ejecutivo español se vea inmerso en un nuevo conflicto político con Estados Unidos, tras la retirada de tropas de Irak, Robles ha intentado justificar la maniobra al señalar que el país norteamericano ha ido más allá de los términos del manifiesto de colaboración.

La versión de la ministra de Defensa no fue la única ofrecida ayer por el Gobierno en funciones, que incurrió en ciertas contradicciones al multiplicarse las intervenciones de sus miembros. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, ha argumentado que la retirada de la fragata se debe a la «cautela y prudencia» del Ejecutivo español ante la «imprevisibilidad» del presidente estadounidense, Donald Trump.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha optado por la relativizar la importancia de la decisión de la decisión. «Claro que vivimos una situación complicada en esas zonas del mundo, pero no hay que tomárselo a la tremenda», ha dicho. 

Visita de Pompeo a Rusia

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aseguró, tras reunirse en Sochi con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que EE.UU. no busca una guerra con Irán, aunque advirtió que responderá si sus intereses se ven amenazados por la república islámica.

Pompeo se entrevistó después con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien afirmó que Rusia está dispuesta a restablecer «plenamente» las relaciones con Estados Unidos. «Tengo la impresión de que el presidente [Donald Trump] pretende reconstruir las relaciones entre Estados Unidos y Rusia y los contactos para resolver los temas de interés mutuo», dijo.

«Nosotros, por nuestra parte hemos dicho en numerosas ocasiones que también nos gustaría reconstruir plenamente las relaciones y esperamos que ahora se esté creando un clima apropiado para ello», recalcó el mandatario ruso.