«Esto fue un horror: el agua caía por las escaleras como si fuese una catarata»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La inundación provocó que parte de los falsos techos de escayola se desplomasen
La inundación provocó que parte de los falsos techos de escayola se desplomasen CESAR TOIMIL

La rotura de un latiguillo del baño provocó el domingo pasado una gran inundación en el número 7 de la calle Manuel de Cal, causando daños en casi todo el edificio

06 may 2019 . Actualizado a las 17:58 h.

El pasado domingo por la mañana Almudena Torrente se despertó como otro día cualquiera, sin sospechar el «desastre» que le esperaba escaleras abajo. «Vivimos en un dúplex y al ir al piso de abajo para dar de comer a los pececitos de mi hija me encontré con un panorama desolador: estaba todo inundando y el agua se estaba filtrando a los pisos inferiores», cuenta esta vecina del número 7 de la calle Manuel de Cal, situada a pocos metros del Cantón de Molins, en Ferrol.

Su casa ocupa el tercer y cuarto piso del inmueble y fue en la primera planta de su vivienda donde se originó la calamidad. «El latiguillo del lavabo del cuarto de baño se rompió, y como fue por la noche y yo estaba dormida, no me enteré de nada. A las siete de la mañana o así me pareció escuchar un ruido, pero lo achaqué a los chavales que regresaban a casa de vuelta del botellón», cuenta Torrente todavía con el susto en el cuerpo, aunque más tranquila que el domingo, cuando se encontró de buenas a primeras con la «catástrofe».

En las escaleras aún se puede apreciar el rastro dejado por el caudal de agua
En las escaleras aún se puede apreciar el rastro dejado por el caudal de agua CESAR TOIMIL

Almudena no sabe cuánto tiempo estuvo corriendo el agua, pero sospecha que fue bastante, porque el caudal se filtró por los techos, paredes y escaleras del inmueble desde el tercero al segundo, de allí al primero, y por último llegó al bajo, donde la vecina y propietaria del edificio regenta una óptica. «Esto fue un horror: el agua bajaba por las escaleras del edificio como si fuese una catarata, del techo parecía que llovía y en el bajo había zonas en las que el agua estancada me llegaba por encima de los tobillos», cuenta la vecina entre cubos, fregonas y escobas.

Aunque todavía desconoce a cuánto ascienden los desperfectos -algo que tendrá que determinar con su peritaje el seguro-, Torrente sospecha que el coste de los daños será elevado, ya que en el local comercial el agua llegó a la base de los aparatos que se utilizan en las revisiones oculares, mientras que en el resto de los pisos afectó a los suelos de madera y a los falsos techos de escayola. En estos últimos los bomberos tuvieron que hacer agujeros para que el agua no se quedase estancada entre los diferentes niveles del inmueble, pero también hubo zonas en las que la escayola fue cayendo por sí sola por efecto de la humedad.

En la zona de taller de la óptica el agua le llegaba a Almudena por encima del tobillo
En la zona de taller de la óptica el agua le llegaba a Almudena por encima del tobillo CESAR TOIMIL

Como consecuencia de la inundación, casi todo el edificio estaba este lunes sin luz ni agua (en la casa de Almudena sí se ha reestablecido la corriente, aunque no en todas las habitaciones, y del grifo solo sale un «hilillo» para poder asearse), pero, a pesar del enorme disgusto, ella se siente muy agradecida. «Por suerte estamos todos bien y no me puedo quejar de la atención recibida, porque tanto los policías locales como los bomberos fueron un amor y se portaron fenomenal conmigo», cuenta emocionada Almudena.

EN CORTO

¿Qué es un latiguillo? Son tuberías flexibles que unen nuestro grifo de las tomas de agua que se encuentran en la pared.

¿Qué problemas pueden dar los latiguillos? Según la web La Fontanería, estas tuberías flexibles se suelen alojar en la parte baja de un fregadero o un lavabo. «Esto hace que esté soportando dos factores fundamentales para su deterioro: la humedad de un armario donde suelen alojar conexiones de agua y la presión constante del agua que nos viene de la calle. De este modo la humedad hace que la parte metálica que recubre el latiguillo se oxide y la presión hacer el resto, provocando a veces la rotura del latiguillo con la consiguiente inundación de nuestro hogar», apuntan en esta página web especializada.