Tasa y servicio

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

FERROL CIUDAD

30 abr 2019 . Actualizado a las 20:39 h.

Los gallegos no pagan lo mismo

en impuestos, pero las diferencias en lo que tributan los habitantes no provienen solo de su situación económica, sino también de la ciudad en la que han escogido residir. Un informe de la Red Localis, que gestiona el grupo de investigación GEN de la Universidad de Vigo, publicaba recientemente un estudio sobre la situación tributaria de las siete grandes ciudades gallegas, concluyendo que la capital de As Burgas es la que recibe los mayores ingresos no financieros por habitante, con 1.037 euros, una cantidad muy por encima de los 785 por ciudadano que se recaudan en Ferrol o los 827 de Lugo.

Como supondrán, esta mayor recaudación es resultado

de los impuestos que abonan los ciudadanos y en este capítulo, citando de nuevo al informe, la capital ourensana se sitúa a la cabeza de Galicia, con 491 euros por habitante al año en concepto de pago de impuestos directos e indirectos. Cuando a esta cantidad se le añade lo que se aporta mayores en concepto de tasas y precios públicos, la ciudad vuelve a destacar entre las principales gallegas, colándose en el primer puesto.

Resulta pues que Ourense es la urbe gallega con mayor presión fiscal, ya que, como media, los ciudadanos pagan 746 euros cada año. Pero, ojo, abonar más impuestos no debe interpretarse como algo negativo, siempre que las instituciones que reciben ese dinero lo reviertan en mejoras para los ciudadanos. A mayores impuestos, mejores servicios sería el binomio ideal. En ese contexto, no se concibe que la capital de As Burgas esté a la cola en el listado que la OCU hace de las ciudades más sucias de España.