El naval de Ferrol se moviliza contra el desvío del pedido eólico y por más trabajo

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

La plantilla de Navantia secundó una protesta en As Pías en la que participó el líder de Podemos, Pablo Iglesias

25 abr 2019 . Actualizado a las 23:56 h.

El naval ferrolano vuelve a la calle. Lo hace en plena campaña electoral, tal y como había anunciado, para advertir de que, si no se logra un nuevo pedido, a partir del próximo año se producirá una fuerte caída en la actividad que implicará despidos masivos en las compañías auxiliares. La movilización que han protagonizado esta mañana los trabajadores directos y de subcontratas de Navantia Fene y Ferrol, a los que se ha sumado la plantilla de Poligal, se produce tan solo dos días después de que la empresa firmase con el Ministerio de Defensa el contrato para la construcción de cinco fragatas F-110. Sin embargo, aunque las tareas de ingeniería de este pedido darán comienzo a corto plazo -de hecho algunos trabajos preliminares ya están en marcha- la ocupación real en los talleres se demora hasta comienzos del 2022, por lo que nada impedirá que, cuando finalice la construcción de los dos buques anfibios que construye Navantia Ferrol para la Armada de Australia, se produzca un bajón acusado en la actividad.

Por ello, los sindicatos de la ría reclaman al Gobierno central que encargue un nuevo buque de aprovisionamiento en combate, que serviría para jubilar al Patiño, y para generar ocupación en ese período anunciado.

La protesta, que partió simultáneamente de las factorías de Ferrol y Fene, discurrió por As Pías, y culminó, con todos los operarios juntos, en la antigua gasolinera, se produce también después de que Navantia decidiese desviar parte de la carga de trabajo del último pedido de eólica marina, una de las cinco plataformas semisumergibles del proyecto Kinkardine, al astillero gaditano de Puerto Real. «Non queremos ser localistas», aseguró Javier Galán, presidente del comité de empresa de la antigua Bazán, quien advirtió, no obstante, que «non imos consentir que os traballadores da industria auxiliar de Ferrol, que terán dous anos de baleiro, non poidan ocuparse con esa plataforma en Navantia Fene».

Por otro lado, Galán responsabilizó al anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy del retraso en la contratación de las fragatas F-110 y de la situación a la que se enfrenta ahora el naval de la ría.

El presidente del comité de empresa de Navantia Fene, Jorge Prieto, sostuvo también que «no hay ningún argumento ligado a ningún beneficio en la producción» que sostenga la decisión de que la planta gaditana asuma parte del encargo, realizado por Cobra, que promueve un parque en Escocia. Añadió que «únicamente obedece al ámbito político».

En el arranque de la manifestación en Ferrol participó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien afirmó que «cuando seamos Gobierno, vamos a apostar por la industria y por la carga de trabajo para los astilleros, que permitan que tanto Navantia como las auxiliares puedan seguir adelante».

También se pronunció poco antes de la protesta Ramón Fernández Afonzo, número 3 por A Coruña en la lista del BNG al Congreso, quien reclamó un complejo integral para el sector naval de la ría ferrolana, en donde no se excluya al sector civil.

Situación de Poligal

Por otro lado, los trabajadores de Poligal, la fábrica de film de plástico de Narón, intervinieron también al término de la manifestación para criticar que, dos meses después de que fuera presentado el concurso de acreedores, ni el Igape ni el Ministerio de Industria han puesto encima de la mesa una solución. Además, anunciaron que hace dos días que el juez de lo Mercantil que se ocupa del proceso autorizó la apertura del período de consultas para el despido colectivo de la plantilla. «Dentro de 28 días estaremos todos no desempleo», afirmó Bernardo Cabezal, delegado de la CIG en el comité, quien cuestionó esta medida, cuando ni siquiera el magistrado admitió la liquidación de la empresa.