Los concejales pioneros de la democracia dan una lección magistral de política en Ferrol

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

El Concello organizó un acto institucional con ediles de todos los mandatos para celebrar el 40 aniversario de las elecciones municipales

23 abr 2019 . Actualizado a las 14:07 h.

Concejales de la primera corporación municipal de la democracia impartieron ayer una lección de política con mayúsculas. Aquella que hizo que en 1979 los partidos se entendiesen para sacar adelante un Ayuntamiento marcado por la penuria económica y la falta de servicios y de organización. El Concello de Ferrol celebró el 40 aniversario de aquel 3 de abril con un inédito acto institucional que reunió a los seis alcaldes vivos que tuvo la ciudad en la época democrática -Manuel Couce Pereiro, Xaime Bello, Juan Juncal, Vicente Irisarri, José Manuel Rey Varela y Jorge Suárez- a trece ediles de la primera corporación -entre ellos Fernando Miramontes, que estuvo en la mesa presidida por los regidores como teniente de alcalde del primer mandato- y a más de ochenta concejales de los ocho mandatos sucesivos.

El encuentro estuvo cargado de nostalgia y de anécdotas. Porque cinco de los pioneros de aquella democracia incipiente en Ferrol participaron en un debate en el que hubo de todo menos crispación. En aquella época «houbo moito entendemento, non había tanta liorta, e o pasábamos ben», resumía Francisco Bustabad, del PSOE. «Como non había cuartos de por medio, non había afán de protagonismo nin se defendían unhas siglas nin a poltrona, defendíamos os intereses dos veciños. Traballábamos todos xuntos e sen liortas», corroboró José María Fontao, de Unidade Galega. Una época «bonita» en la que había que asentar la democracia, recordó Arturo Otero (UCD) aunque no exenta de dificultades. Recordó que no había dinero ni para nichos en el cementerio. «De aquella no nos fiaba nadie porque no pagábamos, y hubo que trampear». Y en la que se dieron episodios jocosos como los seis meses que estuvieron sin pagar el agua los vecinos del Ensanche porque «el que iba a cobrar tenía callos y se negaba a a subir a los pisos». «Facíanse ilegalidades todos os días», admitió Miguel Ángel Gil (PCG), unas irregularidades administrativas y contables hoy impensables pero que si entonces no se hacían «había que pechar a porta» de un Ayuntamiento en el que el 70 % del presupuesto lo consumía el gasto en personal. «Todos los delitos están prescritos», bromeó Jorge Suárez. Meca Arcos (Coalición Democrática) fue de las primeras mujeres de la corporación. Recordó demandas históricas como la escalera de bomberos de 30 metros. Y advirtió a los nuevos políticos que al Ayuntamiento «hay que venir a servir». Como sus compañeros, coincidió en pedir que se dejen de lado las siglas de los partidos en defensa de los intereses ciudadanos.