«El profesor puede prestar una asistencia clave para la vida del niño»

Bea Abelairas
B. A. C. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

José Luaces es pediatra en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol

08 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luaces es pediatra en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol y hace tiempo que asesora y forma a los profesores con niños inscritos en el servicio de alerta escolar. Asegura que es un sistema al que solo le ve ventajas. Es más, considera que puede ser más efectivo que contar con un profesional sanitario dedicado solo a los centros escolares: «De esta manera se pone toda una red sanitaria de especialistas al servicio del menor en sus momentos más vulnerables, y con otras soluciones no estaría tan asegurada una atención de calidad y tan controlada como esta». Eso sí, cree que debería dársele más difusión.

-¿Cómo nació la Alerta escolar?

-En el 2007 se puso en marcha y es un programa en el que participan dos consellerías, Educación y Sanidade, que se coordinan con el 061. Lo que se pretendía entonces y ahora es formar y preparar a las personas que están cerca de los pequeños con dolencias que pueden tener brotes o ataques que ponen en riesgo su vida. Y estos son los profesores, ya que son los que están más horas cerca de los niños. En especial preocupaban las alergias alimentarias, que tienen el riesgo de anafilaxias, pero también las crisis convulsivas de los epilépticos y los problemas derivados de la diabetes. En el 2011 se sumó a este programa la Consellería de Traballo Social y eso permitió ampliar el programa a pequeños de cero a tres años, es decir, que desde entonces atiende a menores de cero a 16 años, y siguen coordinándolo las tres consellerías con el 061.

-¿Cómo valora su funcionamiento en la comarca?

-Es tremendamente útil, porque lo que permite es que los profesores identifiquen las situaciones de alerta importantes; sepan lo que tienen que hacer y se pongan en contacto con el 061 para que acuda a prestar la ayuda necesaria, pero la asistencia es inmediata. Así que se trata de una asistencia clave para la vida del niño y que puede realizar el propio profesor. Es lo mismo que nosotros hacemos cuando vemos a un menor con alguna de estas dolencias: le decimos a la madre que en caso de que se presente un episodio de este tipo, aprenda a identificarlo y le ponga la medicación, la adrenalina o lo que esté pautado. Es un tiempo precioso el que se gana. Y sobre todo permite que los niños estén más seguros en la escuela o que los más pequeños puedan acudir, porque sin este sistema ante el riesgo de que un menor de tres años tenga problemas en el aula se lo dejaba en casa, pero ahora allí se le puede atender como en casa si sufre un brote.

-Aún así, han comenzado con cursos para formar a docentes...

-Es que el programa está funcionando bien, pero los profesores demandan más formación e incluso hay algunos que desconocían que era realmente la Alerta escolar. En los cursos que hemos dado ponían de manifiesto que les llegaba la información de que existía el programa y cómo tenían que inscribir a los menores, pero echaban de menos formación para identificar las situaciones de riesgo.

-¿Cómo se accede?

-El pediatra hace un informe y la familia lo lleva al colegio donde hay un impreso de solicitud que deben enviar al 061 y entonces ese pequeño queda dado de alta en este programa. Los padres deben firmar la autorización para que los profesores puedan poner la medicación y tomar la iniciativa para tratarlo. Y en el colegio cada menor tiene un cajetín con sus medicinas. Cuando presenta síntomas los profesores llaman al 061, donde tienen su historial y pueden acceder a la historia del pediatra y pueden ir indicando a los docentes. Es una cobertura muy importante para todos: profesores, familias y niños.

302

Alergias

Pequeños con riesgo de sufrir anafilaxias.

138

Epilepsia

Menores que pueden tener ataques graves.

60

Diabetes

Niños a los que los profesores deben vigilar de cerca.