La segunda juventud del veterano patrullero de altura Atalaya, con base en Ferrol

Manuel Arroyo Alves
Manuel Arroyo FERROL

FERROL CIUDAD

El navío, tras las obras de mantenimiento y actualización de elementos
El navío, tras las obras de mantenimiento y actualización de elementos ARMADA

Concluyen con éxito las pruebas de mar tras cinco meses de trabajos para modernizar el buque

02 abr 2019 . Actualizado a las 22:34 h.

El patrullero de altura Atalaya (P-74) ha culminado satisfactoriamente unas pruebas de mar con las que se puso fin a varios meses de trabajos para modernizar el buque.

Ese hito cierra con éxito el Período de Inmovilización Programada (PIP) iniciado a mediados de noviembre del año pasado y con el que se renovaron elementos esenciales del veterano patrullero, entregado a la Armada en junio de 1992, dos años y medio después del inicio de su construcción a finales de 1989 en la antigua Bazán.

En los últimos días se puso a prueba la nueva planta propulsora y eléctrica, sustituida durante la varada, que está incluida en el plan de mantenimiento del navío.

Un corazón nuevo

La profunda obra a la que fue sometido el patrullero en el dique número 2 de Navantia-Ferrol salta a la vista por el chorreado y pintado de todo el casco, esto es, la obra viva -parte sumergida- y la obra muerta -por encima de la lámina de agua-. Además, se remozó la cubierta de vuelo y se completó una actualización de la curva de estabilidad del buque con base en A Graña. Pero el rejuvenecimiento del P-74 late en su interior. Después de servir durante miles de horas, los antiguos propulsores fueron reemplazados por unos nuevos para inyectar mayor capacidad a sus 68 metros de eslora (largo) y 10,3 de manga (ancho), que albergan ahora, asimismo, flamantes camarotes y aseos tras los trabajos de modernización y adecuación a fin de mejorar las condiciones de habitabilidad y la calidad de vida de la dotación, integrada por 48 militares. A bordo pueden navegar en alta mar durante períodos prolongados de tiempo. Porque, como cuarta y última de la serie Serviola, la unidad del Mando de Acción Marítima de Ferrol está especialmente diseñada para desenvolverse en condiciones adversas, hasta mar gruesa, sin que mermen sus capacidades.

Estado de las reparaciones a finales de noviembre en el dique de Navantia
Estado de las reparaciones a finales de noviembre en el dique de Navantia ARMADA

A punto para sus compromisos

Será en el segundo semestre del año, según las previsiones de la Armada, cuando el Atalaya se haga a la mar para un despliegue de larga duración en el Golfo de Guinea. Precisamente en la costa africana opera en la actualidad el patrullero Serviola, (P-71) que da nombre a la clase. Esa unidad entró ayer al puerto de Abidjan, en Costa de Marfil, como segunda de las tres fases en las que está diferenciado el despliegue de cuatro meses e iniciado el 1 de marzo con su salida del Arsenal Militar de Ferrol. Tiene la encomienda de reforzar las capacidades de marinas ribereñas occidentales del continente africano.