Restos de envases y desperdicios se extienden por los bancos y los parterres del «cenicero»
31 mar 2019 . Actualizado a las 11:55 h.Un domingo más, los jardines de las Angustias han amanecido llenos de basura tras una noche de botellón en el «cenicero», el lugar preferido de los jóvenes para consumir bebidas alcohólicas al aire libre. Botellas, cartones, bolsas y otros desperdicios podían verse desperdigados por el suelo, los bancos y los parterres adyacentes a esta plazoleta circular situada en el centro de Ferrol. Por contra, los cinco contenedores dispuestos en torno a la estatua central a escasos metros de los bancos se mostraban prácticamente vacíos.
A las nueve y media de la mañana los restos todavía no habían sido retiradospor el servicio de limpieza, mientras los primeros paseantes de la mañana desafiaban al cambio de hora y salían a pasear a sus perros y algunos peregrinos pasaban por la zona recorriendo el tramo inicial del Camino Inglés.
También lo hacía un sacerdote, que procedente de la capilla de las Angustias atravesaba a esa hora la zona: «Es un retrato de la sociedad», resumía. «Está así todos los fines de semana y festivos», lamentaba. Y lo atribuía a una cuestión de educación de los jóvenes.