Unos amigos

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

31 mar 2019 . Actualizado a las 18:16 h.

Son muchas las personas que afirman que el verdadero creador es aquel que hace posible que este mundo cuente con cosas que antes no tenía. Afirmación con la que uno, como es natural, no puede estar más de acuerdo. Pero, personalmente, yo me atrevería a añadir algo más, que en mi opinión no debería olvidarse en ningún momento: que un verdadero creador es, también -o al menos a mí me lo parece-, quien con su obra logra dejar una huella imborrable en el corazón de la gente, haciendo mejor la vida de las personas. Y digo esto ahora pensando, claro está, en Alfredo Martín. Recordando al belenista, pintor y escultor que tanto se esforzó por dar una nueva vida a la Semana Santa Santa de Ferrol, pero que sobre todo creó esa maravilla que es el Nacimiento de la Orden Tercera. Y es que hoy, precisamente hoy, Ferrol rinde tributo a su memoria dándole su nombre a la glorieta que está situada -cuarta más, cuarta menos- donde terminaba la ciudad medieval y comenzaba la que diseñaron los ingenieros del Siglo de las Luces. Es decir, por donde estuvo el Campo de San Roque, y frente a donde se encuentran la iglesia castrense y la capilla de los terciarios franciscanos. O sea, apenas a unos metros de donde el artista construyó su Belén, dotado de cientos de imágenes en movimiento. Y donde él mismo custodiaba, con emoción y orgullo, una vieja reliquia que mostraba explicando que se trataba de un fragmento del hábito de San Francisco. Así que hoy también será día de fiesta en el Cielo. No me cabe duda de que, al otro lado del río, Alfredo habrá forjado ya una firme amistad con el santo de Asís. Ese santo que fue, al fin y al cabo, quien construyó el primer Nacimiento.