«La concatedral de San Julián merece ser Patrimonio Mundial y tener un museo»

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Ramón Otero, canónigo y máximo responsable del templo, recuerda que este «siempre ha estado abierto a la vida cultural de la ciudad»

24 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramón Otero nació en Santiago de Adelán en el año 1944. Canónigo catedralicio, él es el máximo responsable de la parroquia ferrolana de San Julián. Y, por lo tanto, está al frente de la concatedral de la ciudad; de una iglesia alzada en el Siglo de las Luces que ahora celebra los 60 años de la promulgación de la bula pontifica con la que el Papa Juan XXIII elevó a Ferrol al rango de capital diocesana, compartido desde ese momento con Mondoñedo. Fue aquella decisión, la del Papa que ahora ha llegado a los altares, la que trajo a su vez consigo, como nadie ignora, la concesión del título de concatedral al mayor templo de Ferrol.

-Y el proyecto del museo de la concatedral, ¿cómo va?

-El proyecto del museo sigue estando ahí, y nosotros confiamos en que pueda salir adelante, convertirse en realidad. Porque, además, tener un museo en San Julián permitirá no solo dar a conocer mejor el inmenso patrimonio artístico que custodia la concatedral, sino hacerlo en el mejor de los marcos posibles. En el escenario más adecuado. Porque yo estoy convencido de que el patrimonio artístico religioso se entiende mejor en los espacios para los que fue creado. No podemos olvidar el valor del patrimonio artístico y cultural que preserva la concatedral de San Julián. Una concatedral que se merece ser Patrimonio Mundial y, por supuesto, tener un museo.

-Pero lograr que la Unesco conceda esa distinción no es sencillo...

-Mire, yo creo que la candidatura ferrolana a Patrimonio Mundial, a Patrimonio de la Humanidad, hay que contemplarla con una perspectiva verdaderamente amplia. Como creo que ya se empieza a hacer, en cualquier caso. Quiero decir que esa candidatura no puede incluir solo la base naval. En mi opinión es imprescindible, como de hecho ya se está haciendo, ver el Ferrol del XVIII como un todo del que también forman parte el propio diseño de la ciudad y, por supuesto, sus monumentos más importantes, como la concatedral.

-Desde el punto de vista de la actividad pastoral, ¿qué lugar ocupa hoy en la diócesis la concatedral ferrolana?

-Pues yo creo que un lugar muy valioso. Que además queremos seguir reforzando en este momento tan especial; un momento en el que creo que es importante reivindicar la memoria del Papa Juan XXIII y también la del obispo Argaya, que estaba al frente de la diócesis cuando Ferrol pasó a ser una de sus capitales.

-Usted suele lamentar «que aún haya tanta gente que desconoce la concatedral de San Julián

-Sí, claro que lo lamento. Y me parece que es importante que sigamos trabajando para recordar, por ejemplo, que este templo siempre ha estado abierto a la vida cultural de la ciudad. A mí me parece que es una pena que haya publicaciones sobre el Camino Inglés que aún ignoran a la concatedral. Parece que no sabemos apreciar lo que tenemos.