Las arcas municipales acumulan cantidades sin ingresar desde hace casi tres décadas
20 mar 2019 . Actualizado a las 08:44 h.El Concello de Ferrol tiene cantidades pendientes de cobrar desde hace casi tres décadas. En total, superan los 34 millones de euros. Y las más antiguas se remontan al lejano ejercicio de 1991, hace siete mandatos. Y otros tantos alcaldes. Ese año accedió al gobierno el socialista Manuel Couce Pereiro a través de su segunda moción de censura. Y de ese ejercicio contable quedan pendientes de ingresar unos discretos 1.382 euros, por recibos que cuando se generaron aún eran en pesetas. Responden a pagos pendientes en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y por «actividades profesionales y artísticas». Y aunque lo que resta por cobrar de ese principio de los noventa resulta anecdótico, las cantidades se van engrosando paulatinamente hasta superar los siete millones de euros que aún no se han cobrado correspondientes al 2017.
Son datos extraídos del documento de liquidación de los presupuestos municipales del 2018, del que hoy dará cuenta el gobierno local en una comisión extraordinaria de Economía e Facenda. Los conceptos son muy numerosos y variados: desde recibos del agua impagados hasta tasas variadas, multas, vados, licencias o pagos por nichos en el cementerio. En su mayoría responden a deudas de vecinos con la administración local. Pero respecto a la cuantía, destaca un deudor en particular: Emafesa. La empresa mixta de aguas del Concello de Ferrol, en la que el Ayuntamiento cuenta con un 51 % de participación, debe a las arcas ferrolanas 5,5 millones de euros en concepto de canon, que no abona desde al año 2016. Y tiene también cantidades pendientes correspondientes a los años 2008, 2009 y casi un millón de euros de 2013.
Según se puso de manifiesto el pasado mes en el pleno, la empresa se encuentra en una situación de «iliquidez transitoria» por el aplazamiento del cobro de atrasos. Los bancos no quieren conceder el crédito de cinco millones pretendido por Emafesa para resolver esta situación a la espera de que comience la recaudación por las liquidaciones sin aprobar y el tiempo que estuvo suspendida la tasa de saneamiento.
Además todavía está pendiente de cobro los 1,5 millones de euros a Narón por el enganche a este servicio y su funcionamiento. El alcalde, Jorge Suárez, aseguraba hace unos días que el acuerdo está «practicamente pechado». La situación de la compañía no solo pone contra las cuerdas la viabilidad de la empresa mixta, sino que condiciona también el balance económico municipal.