Polémica por hacer análisis de sangre en el centro Torrente Ballester y el parque de bomberos de Ferrol

FERROL CIUDAD

LVG

El personal municipal se queja del método utilizado este año en las revisiones médicas

13 mar 2019 . Actualizado a las 19:18 h.

Los reconocimientos médicos que las empresas están obligadas a ofrecer a sus trabajadores están generando una gran polémica en el Concello de Ferrol. Después de que los delegados sindicales denunciasen ante la Inspección de Trabajo que en 2018 no se hubiesen realizado las citadas revisiones, el gobierno de Jorge Suárez adjudicó el pasado día 7 de febrero los reconocimientos médicos generales al personal municipal a la entidad Salud Laboral Gallega, con sede en la avenida del Mar de Narón, a través de un contrato menor por importe de 14.999 euros.

Una semana después, desde Recursos Humanos del Concello de Ferrol se comunicó a «todo o persoal que ten solicitado o recoñecemento médico que próximamente comenzarán a darse citas». A través del mismo correo se indicaba que «as probas analíticas se levarán a cabo no Centro Cultural Torrente Ballester, na sala de exposición situada no primeiro andar, agás Policía Local e Bombeiros, que se realizarán nas propias dependencias».

Ese mismo día, 14 de febrero, se comunicaba a la Policía Local que en la semana del 25 de febrero se realizarían los reconocimientos médicos, «en esta jefatura», a todos los que lo hubieran solicitado el año pasado, añadiendo que si alguno que no lo hubiese pedido quería sumarse debería comunicarlo a la Unidad de Gestión antes del día 19.

Locales inadecuados

Los escenarios elegidos para las pruebas analíticas ?un centro cultural, el parque de bomberos y el cuartel de la Policía Local? sorprendieron inicialmente a los interesados en someterse a la revisión médica, por lo que algunos ya decidieron descolgarse de la lista. «Hay gente que no fue a la revisión por entender que esos lugares no cumplen las garantías que establece la normativa para hacer analíticas», según declaraciones del presidente de la Xunta de Persoal, Javier Sandá.

Renuncias

Otros lo hicieron más tarde, al comprobar las condiciones en las que se estaban realizando las extracciones de sangre. Ocurrió en el parque de bomberos, porque la «improvisada enfermería» se instaló en una estancia con pupitres. «Vinieron dos personas con una bandeja llena de cosas y comenzaron a realizar las pruebas en una habitación en la que asistimos a las charlas con la ropa de trabajo, que está demostrado que tiene contaminantes, por lo que algunos dieron la vuelta y se fueron», comentó a este periódico un bombero. Pero las analíticas se siguieron realizando en los emplazamientos designados inicialmente, a excepción del cuartel de la Policía Local, en el que no se llegó a practicar ninguna.

Inspección de Trabajo

Y continuaron hasta la reunión que mantuvieron los delegados sindicales el pasado 1 de marzo en la Inspección de Trabajo, en la que responsables del organismo dependiente del Gobierno central le indicaron a uno de los sindicalistas que, teniendo en cuenta que el requerimiento podría tardar unos días en llegar al Concello, informara al gobierno para que, desde ya, procediera a la paralización de las revisiones médicas hasta que se garantizaran las condiciones establecidas en la normativa vigente. A partir de ahí, las analíticas se están realizando en las dependencias de Salud Laboral Gallega.

Con anterioridad, los delegados de prevención de CIG, CSIF y UGT ya habían dirigido un escrito al alcalde, Jorge Suárez, en el que denunciaban que no les había sido facilitada la documentación relativa al contrato que habían solicitado y que solo se les remitió un informe favorable de la propia entidad para continuar las pruebas en el Torrente Ballester.

Los delegados sindicales trasladaron su disconformidad con el procedimiento al resto de la plantilla municipal, integrada por cerca de 450 personas, con la recomendación de que no acudiesen a realizarlas, por entender que no se cumplían las garantías básicas.