Más de un millar de personas exige en la calle la continuidad de Poligal

J. CORRAL FERROL

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El cierre de la planta naronesa pondría en jaque el futuro de un total de 108 familias

12 mar 2019 . Actualizado a las 23:06 h.

Ferrolterra no va a aceptar que Poligal se cierre. El ruido de petardos, silbatos y vuvuzelas sustituyó por unas horas al ruido de los coches en la carretera de Castilla, donde retumbó el gritó de más de un millar de manifestantes: «Poligal non se pecha». El comité de empresa de la factoría naronesa puso toda la carne en el asador, y la comarca se volcó con los trabajadores, exigiendo la continuidad de la empresa y el mantenimiento de los 108 empleos directos de la planta de plásticos para la alimentación de A Gándara.

Ni fue la primera ni probablemente sea la última marcha reivindicativa que convoquen. Pero la manifestación que, tras salir del Ponte das Cabras, en el límite entre Narón y Ferrol, se dirigió al centro, fue la primera gran movilización de los trabajadores y se completó con un notable éxito de participación.

«Poligal non se pecha» fue además el mensaje que encabezó la protesta. Una advertencia que resumía fielmente el sentir de los manifestantes y avanzaba la intención de las familias que se juegan su futuro: van a batallar hasta pararle los pies al Grupo Peralada, propietario de la planta. «É unha inxustiza. Ata o día que nos comunicaron a noticia, tiñamos traballo. Ninguén esperaba isto», señala el presidente del comité de empresa, Rafael Souto. La compañía catalana, aduciendo que Poligal es insolvente, presentaba el 22 de febrero en el Juzgado Mercantil de Barcelona el concurso de acreedores para su factoría naronesa y decretaba el cese inmediato de su actividad.

Representantes sindicales y políticos -se dejaron ver dirigentes de todos los partidos- familiares, trabajadores de Alcoa y de firmas de la comarca, y vecinos en general participaron en la marcha, que fue sumando gente hasta alcanzar el Cantón.

Souto reclamaba «que o grupo Peralada retire o concurso -que en el manifiesto leído tildaron de «fraudulento»- para poder falar», antes de añadir que «agora a solución está en mans dos políticos», a los que reclamaron «que se comecen a concretar feitos para a nosa continuidade»

El mensaje, firme y claro, llegó tanto al propietario de Poligal, en cuya planta siguen haciendo sus turnos los empleados, como a las administraciones con competencias en la materia, señaladamente a la Xunta, que trabaja en varios frentes, entre otros, la búsqueda de un inversor -opción por la que apuesta la alcaldesa de Narón, como alternativa última para mantener el empleo- y también al Gobierno central, a las que emplazaron a mojarse en la búsqueda de soluciones. En el manifiesto se recordó que la firma se asentó en Ferrolterra echando mano de ayudas públicas  -«Poligal naceu aquí», reza una pancarta a las puertas de la factoría- y que el plan de viabilidad pactado en 2012 con los representantes de la plantilla, que implicó la salida de 38 trabajadores, obligaba a la compañía a invertir seis millones de euros. Un compromiso que nunca se materializó. «Peralada, inversión» fue otro de los gritos de los empleados, que aseguraban sentirse «dobremente traizoados».

Tras la manifestación de ayer, la plantilla tiene previsto llevar hoy sus reivindicaciones hasta O Hórreo, donde se abordará el futuro de Poligal a instancias del BNG. Promete no claudicar y asegura que las movilizaciones irán in crescendo.