Las estatuas, bustos, monolitos y placas existentes en los espacios públicos de Ferrol tampoco guardan criterios de proporcionalidad entre hombres y mujeres que se distinguieron a lo largo de la historia, no solo de la ciudad, sino en general. No hay modelo «cremallera», como ocurre ahora con las listas electorales, y el colectivo femenino se lleva las de perder. Y es que la única doblemente reconocida es la penalista ferrolana Concepción Arenal, que cuenta con una estatua de piedra, erigida en 1984 en una zona ajardinada situada en la zona de la avenida de Esteiro, además de contar con un busto en el campus universitario y una placa que está ubicada en un lateral del Palacio Municipal.
Por su parte, Rosalía de Castro también tiene una escultura en la plaza del barrio de San Xoán que lleva su nombre, y en la que el actual gobierno pretende institucionalizar los actos de celebración de su nacimiento.
Hay otra escultura dedicada a la mujer, en su faceta de madre, en el barrio de Ultramar, y el resto de la imaginería en espacios públicos de la ciudad se centra, casi siempre, en los varones, al margen de algunas piezas ambiguas, como el Capuchón de la calle Real, que, por su tamaño, podría ser un niño o una niña.
La zona del Cantón es la que concentra el mayor número de monumentos, entre los que figuran los dedicados a Pablo Iglesias, Quintanilla Martínez, José Couso y el vuelo del Plus Ultra.