Alberto Sucasas: «Ignoro cómo será el futuro, pero no soplan vientos muy favorables»

Alberto Sucasas (A Coruña, 1960) es uno de los pensadores gallegos de mayor proyección exterior, como demuestra el hecho de que en el 2014 ya recibiese, por uno de sus libros, el prestigioso Premio de Ensayo Miguel de Unamuno. Profesor de la Universidade de A Coruña, ha fomentado la reflexión sobre el diálogo -tan necesario- entre filosofía y literatura. Pero quizás en su trayectoria destaque, sobre todo, su lúcida llamada a no olvidar el Holocausto que sufrió el pueblo judío, y a permanecer alerta para evitar que se repita algo así. Vive, desde hace años, en Valdoviño. Y está muy unido al Campus de Ferrol, donde es el máximo responsable de la Universidad Sénior. Conversador magnífico, su figura y su obra recuerdan un poco a la de los grandes intelectuales franceses de la segunda mitad del pasado siglo, que a la vez que testigos de su tiempo fueron personas íntimamente unidas a la realidad de los días, pensadores que alzaron la voz cuando fue necesario... y que escribieron mucho en los cafés.

-¿Cómo es posible que llegara a producirse el Holocausto, cómo pudieron los nazis hacer algo así?

-Confluyeron muchos factores: las circunstancias de la época, un odio ancestral, una incredulidad generalizada, el hecho de que los nazis incluso dispusieran de los recursos necesarios para crear una auténtica industria de la muerte y, sobre todo, que en el ser humano afloran a veces, de manera desmedida, pulsiones que lo convierten en el único animal dispuesto a aniquilar a su propia especie.

-¿Es la barbarie, por lo tanto, algo que siempre habitará en el interior del alma humana...?

-La barbarie anida en el corazón de la civilización. Eso es algo que hemos visto con el Holocausto del pueblo judío, y jamás deberíamos olvidarlo. La naturaleza humana es capaz de lo mejor, pero también de lo peor.

-Y de cara al futuro, ¿qué deberíamos esperar?

-Yo ignoro cómo será el futuro, pero no soplan vientos muy favorables. Basta con ver cómo están rebrotando los neofascismos en tantos lugares del mundo. Nunca deberíamos dejar de tener en cuenta que lo que ya ha sucedido una vez, puede suceder otra vez más.

-Y frente a todo eso, ¿qué puede hacer por nosotros la cultura?

-¿La cultura...? ¡La cultura ya no es un dique de contención contra el mal, como también el siglo XX nos enseña! Es más, ha habido una parte muy importante de la cultura que ha sido contaminada por el mal. ¡Ahí está Heidegger, ahí está Céline...! Los nazis podían estar asesinando e incinerando judíos en un campo de concentración y, a continuación, irse a su casa a escuchar tranquilamente a Brahms. A veces no vemos lo que se nos puede venir encima. Nos sentimos seguros, pero no lo estamos. Como no lo estaban los judíos alemanes, que no acababan de creerse lo que iban a hacer los nazis.

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