¿Conoces la historia del «barco de mármol»?

Museo Naval FERROL

FERROL CIUDAD

CEDIDA

En China hay varios y el más grandioso, construido en 1755, se encuentra en un lago artificial de Pekín

23 feb 2019 . Actualizado a las 18:03 h.

Que exista literalmente un «barco de mármol» ya es de por sí algo verdaderamente extraordinario, si tenemos en cuenta lo valioso que es este material de construcción. Por ello resulta interesante conocer la historia de este singular monumento artístico. Hacer edificios o pabellones «flotantes» con forma de barco o navío es un ejemplo arquitectónico muy poco habitual, que resulta innovador allí donde estos se encuentran.

Curiosamente, en China existen varios, pero uno de ellos se lleva la palma por su belleza y grandiosidad. Es el conocido como «barco de mármol» ?en chino, Qing Yan Fang, que significa barco de la claridad y el confort?, que es realmente un pabellón situado en un gran lago artificial del antiguo Palacio Imperial de Verano de Pekín, situado dentro de lo que antaño fue la impresionante «Ciudad Prohibida» de la capital china.

Su historia es tan interesante como su diseño arquitectónico y artístico. Fue construido en 1755, durante el reinado del emperador Qianlong. Se trataba de un pabellón palaciego enclavado sobre grandes bloques de piedra, que sostenían una superestructura de madera policromada que representaba un diseño naval tradicional chino, pero durante la Segunda Guerra del Opio (1860) fue destruido por fuerzas anglofrancesas.

Más de un siglo después, por orden de la todopoderosa emperatriz regente Cixí, viuda del emperador Xianfeng, se ordenó su total restauración, en 1893, incorporando una nueva superestructura de dos pisos de altura, también de madera policromada, en la que la pintura imita al mármol. Posee grandes espejos en cada «cubierta» y a cada lado del barco, con la intención de reflejar las aguas del lago donde se encuentra, y de esa manera dar la impresión de inmersión total en su medio acuático, pues así le permitía contemplar sus aguas desde cualquier punto.

Su casco u «obra muerta» tiene paletas de imitación a estribor y a babor, lo que le confiere forma de vapor de ruedas. A través de un sofisticado sistema de drenaje se canalizan las aguas de lluvia por medio de cuatro pilares huecos, que arrojan el agua al lago por la «boca» de cuatro cabezas de dragón esculpidas. Este pabellón servía como salón de té a la emperatriz Cixí, que como miembro de la última dinastía imperial china, de origen manchú, encontraba asfixiante el clima de Pekín en verano, y esa fue la razón de construir este carísimo pabellón.

La leyenda cuenta que se hizo con forma de barco por una cita del ministro Wei Zheng, famoso por sus sinceros consejos al emperador, a quien en una ocasión le comentó que «las aguas que llevan el barco pueden también volcarlo», insinuando que el favor del pueblo al soberano también puede, llegado el caso, derribarlo. De ahí que siguiendo su consejo, el emperador Qianlong decidiese construir el «barco de mármol» sobre una sólida base de piedra, para indicar que su dinastía no sería nunca derrocada. E irónicamente se cuenta que su reconstrucción fue financiada con fondos destinados a la construcción de una nueva Marina Imperial, como claro ejemplo de malversación del dinero público.

El despilfarro y autoritarismo de Cixí llevó al país a la ruina, triunfando la revolución de 1912 que derrocó al último emperador Puyi, salvándose milagrosamente este símbolo del convulso siglo XX que asoló a China. Aunque aún es presentado como un ejemplo de corrupción, el barco mantiene hoy todo su esplendor.

Ven al Museo Naval de Ferrol y te contamos más cosas (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 horas; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30). Más información en la web del museo  y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es