Alertan de robos de flores en el cementerio ferrolano de Catabois

Álvaro Alonso Filgueira
Álvaro Alonso FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Una usuaria ha colocado un cartel pidiendo que paren los robos
Una usuaria ha colocado un cartel pidiendo que paren los robos JOSE PARDO

Una usuaria ha colocado un cartel en una lápida después de haber sufrido tres sustracciones casi seguidas: «Para quién se las llevas»

16 ene 2019 . Actualizado a las 18:32 h.

«Por el alma de la persona. Para quién se las llevas. No me las robes, por favor». Esto reza un fragmento de papel adherido a una lápida en el cementerio de Catabois. Lo colocó una usuaria, harta, después de que sustrajeran hasta en tres ocasiones en los últimos meses las flores que llevó a la tumba de su padre. «Me parece una falta de respeto absoluta, una burla. Siempre las vuelvo a poner porque no quiero que esté vacío, pero esto ya cansa», se queja esta mujer, que prefiere no desvelar su nombre.

La primera sustracción en el nicho de su progenitor se produjo en el mes de octubre. No ocurrió nada más hasta diciembre: el día 20 colocó unas nuevas -como hace cada poco tiempo- y el 24 habían desaparecido. Como les había sacado una fotografía para enviársela a su hermana, recorrió el cementerio en su búsqueda y dio con ellas, en una tumba no muy lejana, pero ahí quedó la cosa. Sin embargo, puso otras nuevas y el 31 de diciembre, cuando volvió, ya se habían esfumado. Esta vez, a pesar de que sondeó todo el camposanto, no dio con ellas, y tampoco las tenía la misma persona que la otra vez. «Y eso que eran baratas, claveles y nubes», detalla.

JOSE PARDO

Ahora, desde que el pasado 6 de enero llevaron el último centro floral, no ha vuelto a ocurrir, pero sigue temiendo un nuevo hurto. Cree que la situación de la tumba, en una zona abierta, ayuda a estas desapariciones, «porque quien sea puede controlar fácilmente si viene alguien».

En el cementerio, poco se puede hacer. El personal de mantenimiento no podría identificar si alguien es el propietario o no de las flores, o si es un familiar del fallecido si así se lo traslada. Además, hay que tener en cuenta que hay 16.000 nichos, por lo que los trabajadores se encuentran desperdigados y conocen a muy pocos propietarios. Y las cámaras de seguridad que piden algunos usuarios tampoco ayudarían mucho. Asimismo, allí no ven tan continuos estos robos.

Casos todas las semanas

Las floristerías, no obstante, no comparten que este problema sea «de vez en cuando», sino que han notado un aumento «desde hace unos años a esta parte», expresa Raquel Pillado, de La Florista del Castillo, en la carretera de Catabois. Allí, asegura, hay «casos similares todas las semanas, todo el año hay problemas» y en las fechas clave del camposanto, Difuntos y Navidad, la cantidad fue «tremenda». Así que lo de «tengo que comprar otras flores, que me han robado las que tenía» lo han escuchado más de una vez. «La flor buena, la cara, es la que más se llevan, aunque hay de todo», dice.

En esta floristería, una de las más activas de la zona, incluso citan un caso extravagante de diciembre, en el que no solo se llevaron los adornos, sino también la jardinera. No tuvieron que buscar mucho, porque apareció con todo cuatro nichos más abajo.

JOSE PARDO

Otro negocio de la carretera de Catabois, la floristería Alba, también ha notado este repunte. «Alguna gente no quiere gastar dinero, pero quiere quedar bien con sus familiares y acaban haciendo esto. Es una tristeza y no encuentro sentido que hagan esto por aparentar, fastidiando además a otros», señala Ricardo Alba. Asimismo, sufren hurtos habituales en su invernaderos, de donde sospechan que salen flores rumbo al cementerio. Por ello, incluso hacen guardias nocturnas.

Este problema generalizado, que también ha llegado a cementerios más pequeños como el de Serantes y seguro que a alguno más, viene de largo. Ya en el 2003, La Voz recogía el malestar de un lector: «Muchos vecinos de Ferrol se quejan de los continuos robos de flores que a diario se producen en el cementerio, cuestión que padecen desde hace años [...] Por su cuenta intentan dar con el infractor o infractores recorriendo los nichos por si las flores fueran sustraídas para ser colocadas a otro difunto».