Reavivan la investigación del crimen de Cabanas tras la detención de un hombre en A Capela

FERROL CIUDAD

El hijo de Elisa Abruñedo, con un retrato de su madre
El hijo de Elisa Abruñedo, con un retrato de su madre ángel manso

El hijo de la asesinada insiste en que encuentren cuánto antes al autor de la brutal muerte de su madre, ocurrida hace cinco años

28 dic 2018 . Actualizado a las 19:57 h.

El equipo de policía judicial de la Guardia Civil encargado del caso de Elisa Abruñedo, la vecina de Cabanas violada y asesinada el 1 de septiembre del 2013, ha reavivado la investigación de este crimen a raíz de la detención e ingreso en prisión, el pasado sábado, de un hombre de nacionalidad portuguesa al que se investiga por sendas tentativas de violación y homicidio a una vecina. La proximidad del monte en el que apareció el cadáver de Elisa Abruñedo, en el lugar de Lavandeira, y la parroquia de A Capela en la que vive el denunciado por la agresión del pasado fin de semana activó las alarmas, puesto que la distancia entre un punto y el otro se recorre en dos o tres minutos en coche.

El hijo mayor de la mujer asesinada hace cinco años, Adrián Fernández Abruñedo, manifestó ayer a este periódico que el pasado lunes, dos días después de la detención de A Capela, recibió una llamada de los investigadores del asesinato de su madre, que le comunicaron que esta semana irían a hablar con él a su domicilio. El anuncio le sorprendió, porque desde finales del año pasado no habían vuelto a contactar con él, pero viendo que la visita se retrasa y que no convocaron al resto de la familia, sospecha que puede ser para transmitirle que descartan que el ahora encarcelado sea el asesino de su madre.

El joven, que vive con su hermano Álvaro, menor que él, sigue pidiendo desesperadamente que encuentren a la persona que violó a su madre y después le quitó la vida a puñaladas, cuando estaba dando un paseo por los alrededores de su casa. La autopsia permitió extraer muestras de ADN del autor del crimen, que fueron cotejadas primero con el entorno más cercano y después en un radio más amplio, sin resultado positivo.

«Cada vez que la Guardia Civil habla conmigo me dicen que siguen trabajando en ello, que no abandonan el caso, que siguen cerrando el círculo en nuevos sitios, y yo sigo esperando que me digan ‘lo tenemos’, pero ese momento nunca llega», manifiesta Adrián, que además tiene otro motivo de desesperación. Y es que su padre, Manuel Fernández Martínez, murió un año después del asesinato de Elisa Abruñedo en un accidente laboral. Ocurrió en enero del 2015 en la base naval de A Graña, cuando conducía un camión para una empresa subcontratada para realizar obras en el recinto militar y la carga se le vino encima. Según explica Adrián, las aseguradoras de las empresas y del camión se pasan la pelota «por lo que seguimos a vueltas con la indemnización». Mientras tanto, él sigue trabajando y sustentado el hogar que comparte con su hermano, que está estudiando.

En cuanto al reciente suceso de A Capela, el encarcelado es un portugués de 35 años que vive en la zona desde hace tiempo. Supuestamente, la madrugada del sábado pasado llamó a la puerta de su vecina, intentó desnudarla, la golpeó en la cabeza e intentó asfixiarla y violarla. La mujer se liberó propinándole un rodillazo en los genitales.

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