Leer de noche

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

21 dic 2018 . Actualizado a las 23:20 h.

Entre los más grandes narradores con los que hoy cuenta la lengua castellana brilla, con luz propia, José María Merino. Un magnífico escritor, miembro de número de la Real Academia Española, que es leonés y coruñés al mismo tiempo (además de madrileño), que conoce muy bien Ferrol y que ha sabido ver, con especial lucidez, el sentido último de la obra de Torrente Ballester. Les digo esto -por cierto, qué magnífica letra tiene Merino; yo conservo una página de cuaderno iluminada por él en un café de la rúa Dolores cuya caligrafía casi es un dibujo- porque acabo de iniciar la lectura de Cuentos de la naturaleza, volumen que el sello Eolas publica en magnífica edición de la profesora Natalia Álvarez Méndez, autora también del texto introductorio. Y en verdad tengo que decir que es una de esas obras que nos recuerdan que leer no solo puede llegar a parecerse mucho a la felicidad, sino que además se trata de una de las actividades más creativas que existen. Estas son fechas que, incluso en medio del bullicio, invitan a la lectura. Sobre todo a la lectura nocturna, que hace que nos adentremos en los textos como si hubiesen sido escritos para nosotros. Leer a Merino es siempre una excelente opción. Como lo es, naturalmente, en la noche que precede a la Navidad, leer a Dickens. Pero hoy tampoco quiero olvidarme de don Gonzalo, al que ya antes mencionábamos, así que me voy a permitir sugerirles Dafne y ensueños y su Cuento de Sirena. A propósito, ¿sabían ustedes que cuando Torrente vivía en la calle Gravina hubo años en los que Cunqueiro pasó la Nochebuena en el mismo edificio, aunque con otra familia? Don Álvaro tenía en Ferrol grandes amigos.