Las F-110 arrancarán en pocos meses con los primeros trabajos de ingeniería

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

El primer barco estará listo en seis años, aunque el plazo de ejecución de los siguientes será de cuatro

15 dic 2018 . Actualizado a las 16:22 h.

Navantia Ferrol acaba de asegurarse diez años de carga de trabajo con el encargo que validó el pasado viernes el Gobierno central para la construcción de cinco fragatas F-110 para la Armada española. El pedido se materializa ?se producirá oficialmente con la firma de la orden de ejecución? casi una década después de que comenzasen los primeros trabajos para su desarrollo. Hace meses que Navantia tiene todo listo para poner en marcha este ambicioso contrato, que despejará ocupación para unos 7.000 empleados, entre directos, inducidos y auxiliares. Las primeras tareas arrancarán el próximo año, con la ejecución de trabajos de ingeniería.

¿Cuáles son las próximas fases en el desarrollo del contrato?

El Consejo de Ministros autorizó el pasado viernes la ampliación del techo de gasto para que el Ministerio de Defensa pueda pagar, con cargo a anualidades futuras, los 4.325 millones de euros del encargo. De hecho, según informó el Gobierno, el pedido tendrá un período de amortización que durará hasta el 2032. Pero, para que arranque oficialmente el encargo, tendrá que firmarse primero la orden de ejecución, lo que en el sector civil equivaldría a la rúbrica del contrato. Aún no hay fecha definida para ello, pero fuentes cercanas al Ejecutivo central sitúan ese hito en los dos primeros meses del año.

¿Cuándo se produjo la génesis del programa de las futuras fragatas?

El Ministerio de Defensa suele planificar sus demandas de renovación de la flota atendiendo a sus necesidades futuras y al ciclo de vida operativo de sus buques. Por ello, a principios de la década de los 2000 ya comenzó a incidir en la necesidad de que se pusiera en marcha un nuevo programa de fragatas que diera relevo a las de la clase Santa María, a partir del 2025. Cuando, en el 2004, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) acometió la última reconversión, uno de los compromisos adquiridos había sido el de contratar una sexta F-100. Sin embargo, a finales del 2010 el entonces presidente de Navantia, Aurelio Martínez, admitió que la ampliación de esa serie se daba por descartada, aunque anunció que se había formado un grupo de trabajo con la Armada para el desarrollo de la futura generación, la de las F-110. Desde entonces, la planificación entre la empresa pública y la Marina ha sido total para el diseño de las características del nuevo barco. Aunque ha experimentado las variaciones lógicas en ocho años de análisis y estudios, la F-110 ya es oficialmente la fragata española del futuro.

¿Qué planificación se baraja para esta década de trabajos?

De acuerdo con el último cronograma preliminar expuesto el pasado año por Navantia y la Marina española, tras la firma de la orden de ejecución, comenzarán oficialmente los trabajos, primero como viene siendo habitual, al menos durante un año se desarrollarán todas las tareas de ingeniería del programa, y después ya físicamente en los talleres, con la fabricación propiamente dicha. Como todos los prototipos, el primero tendrá un plazo de ejecución más largo ?también porque incluye ese período de ingeniería que es común para el resto?, ya que esté previsto que esté listo seis años después de firmada la orden de ejecución. Las cuatro restantes consumirían un plazo de ejecución de cuatro años cada una de ellas. Si las planificaciones se mantienen, la segunda unidad de la serie comenzará a fabricarse 33 meses después.

¿Qué características tendrán los futuros buques?

Tendrán mayor capacidad antiaérea y antisubmarina que sus antecesoras. Tendrán 145 metros de eslora (largo), 18 de manga (ancho) y capacidad para desplazar 5.900 toneladas. La tripulación, también menor que en las F-100, estará formada por 145 personas. Una de sus principales señas de identidad es el espacio multimisión que porta, lo que le confiere una gran versatilidad para la realización de operaciones de todo tipo. Además, contará con un gemelo digital, con lo que ahorrará costes tanto en cuanto a la logística del barco como a la solución de problemas que pueda tener en la mar.

¿Qué implicará este programa para el astillero ferrolano?

La construcción de las fragatas F-110 se llevará a cabo junto a la implantación de las primeras tecnologías del Astillero 4.0. que ya se están probando en la factoría ferrolana. Además, si los trabajadores de la empresa pública deciden dar su visto bueno a la aplicación del plan de futuro previsto para el período 2018-2022, se jubilarán anticipadamente en la ría 900 trabajadores a partir de los 61 años, pero entrarán a formar parte de la plantilla alrededor de 700 jóvenes, llamados a impulsar ese futuro programa.