Ferrol despeja un decenio de trabajo con el encargo de cinco fragatas para la Armada

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

Navantia

El Consejo de Ministros autorizará este viernes su construcción. El contrato supondrá 4.000 millones de inversión y un gran espaldarazo para los astilleros de Navantia en Galicia, que sustentará 7.000 empleos en la ría

14 dic 2018 . Actualizado a las 10:28 h.

Es el contrato de mayor importe de los firmados hasta el momento por los astilleros públicos de la ría ferrolana. Las factorías gallegas de Navantia esperaban desde hace años que se materializase el pedido de construcción de cinco fragatas del tipo F-110 para la Armada española, y, salvo sorpresa, el Consejo de Ministros dará hoy luz verde al encargo. Autorizará al Ministerio de Defensa a adquirir el compromiso de gasto con cargo a ejercicios futuros para la fabricación de esos buques, presupuestados en más de 4.300 millones de euros.

El contrato supondrá el gran espaldarazo para los astilleros de Ferrol, ya que los barcos serán construidos íntegramente en la ría. La construcción de las futuras fragatas reportará un decenio de carga de trabajo para las antiguas Astano y Bazán y, según los cálculos efectuados por los responsables del programa, sustentarán alrededor de 7.000 empleos, entre directos y auxiliares.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió el pasado verano con el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijoo, a que las fragatas se contratarían antes de que terminase el año. Ayer, Feijoo calificó de «buena noticia» para Navantia, las empresas auxiliares y la comarca ferrolana la autorización del encargo. También explicó que la ministra de Defensa, Margarita Robles, le había advertido la noche del pasado miércoles que el programa sería abordado en el Consejo de Ministros de hoy. También le comunicó que el próximo mes de enero «buscarían una fecha» para celebrar un acto conjunto en Ferrol en el que se podría concretar y poner fecha ya para la firma del acta de ejecución de los buques.

Las F-110, que están llamadas a sustituir a las fragatas de la clase Santa María, mejoran las características de sus antecesoras, principalmente en cuanto a la capacidad antisubmarina. Tendrán 145 metros de eslora (largo), 18 de manga (ancho) y capacidad para desplazar 5.900 toneladas. La tripulación estará formada por 145 personas, una cifra menor que las dotaciones de los anteriores buques, lo que reducirá los costes.

Una de sus principales novedades es que contarán con un espacio multimisión, modular y reconfigurable, que dotará a los buques de la posibilidad de habilitar un hangar adicional para acoger un segundo helicóptero embarcado. Además, las F-110 dispondrán de un gemelo digital, con el que Navantia optimizará la gestión de los procesos logísticos durante toda la fase de servicio de los buques.

Otra de las singularidades que presentan los futuros navíos es su elevado grado de componente nacional, con muchos sistemas diseñados por Navantia, frente a modelos anteriores en los que la tecnología americana consumía alrededor de la mitad del presupuesto de este tipo de programas.

Reacciones

En las filas del PSOE, la luz verde a las fragatas también fue saludada por diferentes portavoces. «Ha tenido que llegar un Gobierno socialista para hacer efectiva la construcción de cinco fragatas en Navantia Ferrol, que van a suponer una importante carga de trabajo para la próxima década» y «un gasto de miles de millones de euros para Galicia», afirmó el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero. Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, calificó el anuncio de «un regalo de Reyes anticipado» e incidió en su importancia sobre el empleo.

El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, manifestó su deseo de que el programa sirva para «incorporar traballadores e cumprir co asinado a nivel provincial para consolidar o asteleiro 4.0., con salarios de calidade na aposta polo naval público e pola diversificación».

Otros tres buques y una plataforma eólica en marcha

Los astilleros de la ría de Ferrol enfilan una nueva etapa de esplendor, similar a la que vivió hace casi dos décadas con la ejecución de las anteriores fragatas F-100 y las F-310 para la Armada de Noruega. No obstante, aún no será inmediato el arranque del futuro programa para la Marina española. Después de haber pasado por una auténtica travesía en el desierto, que llevó al vaciado de las gradas en los primeros años de esta década, la ocupación fue recuperándose hasta contar con nuevos pedidos. De hecho, en estos momentos, en la ría ferrolana se fabrican tres barcos militares, el Furor, que es el Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada española; y dos de aprovisionamiento en combate para la Marina de Australia.

El BAM está prácticamente listo y será entregado a la Armada el próximo día 21 de enero, mientras que el primer logístico australiano acaba de ser botado.

La situación en Fene

Al otro lado de la ría, la antigua Astano en Fene, en alianza con la firma asturiana Windar Renovables, tiene en marcha los trabajos de construcción de una plataforma para un parque de eólica marina que promueve EDP en aguas de Portugal, obra que finalizará el próximo verano. Una nueva línea de negocio.

Navantia tiene todo listo para poner en marcha el nuevo programa de las F-110 en su astillero ferrolano, aunque como sucede con este tipo de obras militares, antes de que llegue físicamente a los talleres habrá que desarrollar toda la ingeniería del contrato.

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