José Palazón: «Es una vergüenza: en Melilla niños de ocho años están tirados en la calle»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Esta tarde cuenta su experiencia ayudando a inmigrantes desde hace casi 30 años

23 nov 2018 . Actualizado a las 11:49 h.

José Palazón (Cartagena, 63 años) lleva casi tres décadas ayudando a parte de las miles de personas que escapan de la penuria de sus países y se quedan atrapados en la frontera de Melilla. Forma parte de Prodein y es el autor de una imagen icónica: la de los inmigrantes encaramados en una valla mientras otras personas jugaban al golf ajenas al drama. Palazón llega hoy a Ferrol para participar en unas jornadas tituladas Nenas, nenos e adolescentes nas fronteiras de Europa, que organiza la Asociación Galega contra o Maltrato de Menores. A las 17.00 horas en el Ateneo.

-¿A qué se arriesgan los menores y el resto de personas que cruzan la valla en Melilla?

-Estamos atentos a cómo llegan y tratamos de protegerlos un poco, pero hay que señalar que hay dos colectivos que pasan la frontera de manera muy diferente: los blancos lo hacen por el paso fronterizo, pagando a las mafias unos 3.000 euros o más y llegan de Siria, Irán o países de la zona; mientras que los negros deben saltar la valla y no tienen derecho a pedir asilo. Para todos, el principal riesgo que sufren es que los devuelvan a Marruecos, sobre todo si eres subsahariano, porque no es un país que les acoja muy bien. Todo lo contrario, por eso cuando devuelven a niños a Marruecos los devuelven a un infierno mucho mayor del que escapan.

-¿Los hay muy pequeños en esta situación?

-Es una vergüenza, pero en Melilla, en nuestro propio país, hay niños de ocho años absolutamente solos y tirados en la calle. Hay que imaginarse lo que es vivir en la calle en la Península, lo que puede ser, pues encima si eres niño y estás en Melilla, un lugar complicado y fronterizo, los pequeños lo pasan fatal.

-Las niñas caerán en mafias...

-Las mujeres de color llegan en barco y caen casi siempre en las redes de trata; el resto entra pagando a las mafias marroquíes por la frontera. Hay un dato esclarecedor: desde el 2014 han entrado una media de 3.000 negros saltando la valla, ningún blanco; por el puesto de Beni Ensar han entrado una media de 7.000 personas blancas y ningún negro.

-¿Qué le preocupa más?

-El camino que puede tomar la situación si el ministro Marlasca continúa cerrando acuerdos de devolución con el gobierno marroquí tanto para mayores, como para menores de edad. Son difíciles de entender: que un gobierno socialista acuerde con un país en el que hay constancia absoluta de que se atenta contra los derechos humanos.