Erik Hermida, un jugador del equipo de biberones, fue intervenido de una grave cardiopatía congénita en el Materno Infantil de A Coruña
23 nov 2018 . Actualizado a las 07:54 h.A primeras horas de la mañana del miércoles Erik Hermida Fariña, de solo cinco años y jugador de los biberones del club de fútbol sala O Parrulo Ferrol, entraba en los quirófanos de hospital Teresa Herrera-Materno Infantil de A Coruña para someterse a una complicada intervención quirúrgica por una cardiopatía congénita. No estaba solo con sus padres y familiares, toda la familia de O Parrulo estaba con él también. «¡Mucho ánimo Erik!. Todos los parrulos estamos contigo y con tu familia», señalaba el club en su pagina web.
Miguel Muñoz, el capitán del primer equipo, también le mandaba ánimos a él y a su familia. «Vamos, Erik, campeón. A la familia le mando un fuerte abrazo en nombre de todos los jugadores del primer equipo. Todo va a salir genial». También llegaban mensajes de otros deportistas, entre ellos, el del futbolista Álex López, que ahora está jugando en Australia. «Mucho ánimo y mucha fuerza para Erik y su familia».
Erik Hermida se recupera en la unidad de cuidados intensivos del centro hospitalario. Es ya la segunda vez que pasa por el quirófano para corregir estas anomalías cardíacas y la intervención ha sido un completo éxito.
«Todo ha salido bien ?explica Raúl, su padre? está estable y sigue en la unidad de cuidados intensivos, le quedan allí todavía varios días. Toda la familia de O Parrulo se ha volcado con él y con nosotros, desde los directivos hasta los jugadores o los técnicos de los equipos de base. Ayer me llamaron para decirme que los jugadores del primer equipo querían venir al hospital para verlo, aunque ya les comenté que era imposible, que está en la UCI y allí no podían entrar».
También ha tenido llamadas por parte de los profesores del colegio público de Atios, en Valdoviño, que es el centro en el que estudia.
Erik lleva dos años en la escuela de O Parrulo en donde aprende a jugar al fútbol sala. Solo tiene cinco años, aunque su padre indica que está muy contento. «Yo tengo amigos en el club y ya no es la primera vez que me acompaña cuando voy a ver los partidos del primer equipo».
Toda la familia del club ferrolanos confían en que Erik se recupere lo antes posible y que muy pronto esté de nuevo con su equipo.