La catalana Mar Peró lleva once años en la ciudad diseñando proyectos especiales
21 nov 2018 . Actualizado a las 12:10 h.Hace tiempo que los creativos de Donuts estaban buscando novedades para un trabajo que casi parece un reto: impulsar un producto archiconocido, aunque sin cambiarlo. Así que apostaron por crear una tienda efímera, una pop-up, en la que probar cómo funcionaría un espacio en el que cada persona o niño pudiese diseñar y aderezar su bollo redondo. Ellos pusieron la idea y la diseñadora catalana Mar Peró le dio forma desde Ferrol, concretamente desde su oficina de la calle María. «Fue muy divertido y a la vez un reto, porque era pensar en una tienda para algo tan conocido, que forma parte de algo tan nuestro como Donuts, que también es catalán. Encima solo nos dieron una consigna: que partiese del mundo redondo de la marca», cuenta esta barcelonesa afincada en la ciudad desde hace más de una década por amor.
Mar recurrió a la literatura y al cine e inspirarse en historias como la de Willy Wonka y su fábrica de chocolate o Alicia en el país de las maravillas para crear una tienda redonda y amarilla que ya está operativa en el centro comercial La Diagonal de la ciudad condal. «Es un buen espacio y allí la gente puede elegir la cobertura de cada donut», cuenta y reconoce que ha sido uno de los trabajos más gratificantes, sobre todo porque cuando quería provocar una tormenta de ideas en su equipo salían a comprar cajas de estos bollos.
Estrella Galicia, Candelas...
El estudio de Mar se llama como ella y su contacto es su propio móvil (el 630 87 27 25): «Es que me gusta tener un trato muy directo con los clientes -aclara-. Al igual que hacer desde tiendas grandes a objetos pequeños». Una muestra de ello se puede ver en las redes sociales como Facebook, donde hay imágenes de servilleteros que ha creado para la firma de cafés Candelas, soluciones para Coren o montajes más especiales para la firma Hijos de Rivera, para los que crea nuevos locales. Mar pone las ideas, pero muchas veces recurre a gráficos que puedan ayudarle a dar forma a sus creaciones: «Me encanta trabajar así, porque es una manera de ampliar aún más el campo de trabajo: el objetivo es crear desde un grifo para un proyecto singular a una gran tienda para una marca asentada, no me cierro a nada porque me encantan las dos cosas, es un trabajo multidisciplinar», explica una diseñadora industrial que se siente un poco gallega ya.
Solo hay dos reparos que le pone a Galicia: la lluvia y las tentaciones culinarias. «Desde que estoy viviendo aquí he engordado 18 kilos, es que no puedo contenerme con las cosas tan ricas», cuenta antes de repasar sus pescados favoritos, como las doradas. «En Cataluña hay cosas buenas del mar, pero es otra cosa», cuenta dejando ver que a veces siente un poco de nostalgia, en especial cuando pasan demasiadas jornadas de mal tiempo.
Mar asegura que no hay secretos a la hora de conseguir clientes tan importantes como Donuts: «Simplemente me presenté y expuse mis ideas, vamos que llamé a su puerta para decirles ‘Hola, soy Mar Peró’ y sonó la flauta -revela-. Creo que visitar clientes y presentar tus ideas es muy importante, es una de las claves de nuestro estudio».
Una isla amarilla
La nueva tienda de Donuts se abrió a principios de mes y pasará todas las Navidades en un espacio privilegiado del centro comercial, ubicado en un punto estratégico de la ciudad condal. «Tiene forma de isla, redonda, y está ante la salida de hipermercados importantes», cuenta sobre una experiencia que puede terminar en otros muchos centros comerciales de toda España y que los directivos de Bimbo están vigilando de cerca para comprobar los resultados y las posibilidades que les aportan.
El proyecto
Una isla amarilla para centros comerciales en los que cada persona pueda aderezar su donuts con chocolate o los ingredientes que más le gusten. Está en el centro de Barcelona.
El estudio
Mar Peró atiende desde un móvil y muestra sus trabajos en las redes sociales. Ella y su equipo están en la calle María.