El plan de Navantia, en «stand by»

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Los sindicatos advierten a la dirección de que no continuarán negociando mientras que la empresa no mueva sus posiciones sobre incrementos salariales y empleo

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tanto la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, como el máximo responsable de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Vicente Fernández, han insistido en las últimas semanas en que la intención del Gobierno central es que el plan industrial de los astilleros públicos españoles esté aprobado con los sindicatos antes de que termine el año. Sin embargo, los responsables de la plantilla consideran que los hechos, es decir, las negociaciones llevadas a cabo hasta el momento, no se corresponden con esas declaraciones de intenciones.

Tras semanas de conversaciones, que siguen sin dar sus frutos, la coordinadora de comités de empresa de Navantia ha plantado a la dirección de la compañía en las negociaciones que ambas partes mantienen para la firma del futuro plan estratégico de la compañía. El miércoles y el jueves pasados se reunieron en Madrid pero sin registrar avances significativos en los principales asuntos de interés a incluir en el convenio único. En la reunión del miércoles, el portavoz de la representación sindical le trasladó a los responsables de Navantia su solicitud para que presentase en la mesa una propuesta con los conceptos que tienen que ver con la recuperación del poder adquisitivo, las salidas anticipadas, los nuevos ingresos de personal, los complementos de jubilación y las asimilaciones.

Como en el encuentro del jueves no se produjo la presentación de esa propuesta, lo sindicatos han decidido que no continuarán negociando hasta que se les traslade.

«Ya les hemos dicho que no estamos rompiendo las negociaciones, solo que nos hemos levantado de la mesa hasta que no nos presenten una nueva oferta», afirmó Javier Galán, presidente de la coordinadora de los comités de empresa de Navantia.

Por el momento, la única oferta formulada por la empresa es que las salidas anticipadas del personal se produzcan a partir de los 63 años. A cambio, procedería a contratar a 400 personas. En lo referente a las actualizaciones en las nóminas, la dirección propone un incremento salarial del 1,5 % general a aplicar desde el 1 de enero del 2018, un 0,25 % desde el 1 de julio de ese mismo año y un 20 % ligado a la productividad.

En los civiles

Galán subrayó que las plantillas de los antiguos astilleros civiles ya tienen adquirido el derecho de jubilarse a los 63 años, por lo que esa oferta les parece insuficiente. Las centrales reclaman que las salidas anticipadas se produzcan a partir de los 60 años. Además, solicitan que por cada puesto que se amortice se cree uno nuevo, lo que en números absolutos supondría que fuesen incorporados a la plantilla de la firma pública unas 1.300 nuevos empleados.

Así las cosas, los sindicatos esperarán a que sean los responsables de la empresa los que muevan ficha, aunque consideran que en materia de empleo las posturas están muy diferenciadas. «Si siguen por esa línea, los astilleros de Fene y de Puerto Real desaparecen, porque se quedarán sin plantillas», advirtió Javier Galán, en alusión al envejecimiento de