Noruega calcula que el reflote y el traslado de la fragata accidentada durará tres semanas

FERROL CIUDAD

JAKOB OSTHEIM / FUERZAS ARMADAS

Por el momento, el buque continúa hundido con una pequeña parte visible

15 nov 2018 . Actualizado a las 10:42 h.

Un comunicado de las Fuerzas Armadas de Noruega aportó ayer más luz sobre el futuro de la fragata construida en Ferrol que continúa hundida casi por completo bajo el agua. La principal novedad es el tiempo que llevará reflotarla y llevarla, en principio, a Haakonsvern, donde se encuentra la base más cercana. El departamento de Defensa del país nórdico indica que no llegará allí hasta la semana 49.ª del año, es decir, la que va del 3 al 9 de diciembre. «Aunque el proceso depende de muchos factores, incluida la seguridad del personal involucrado, las condiciones climáticas, la estabilidad del buque y las condiciones ambientales», señala el escrito. Esta madrugada se cumplió una semana de la colisión contra un petrolero.

Por el momento, en Noruega no se habla de dónde será reparada la fragata Helge Ingstad, que podría ser enviada a Ferrol. Irá primero a la citada base de Haakonsvern, un lugar idóneo para la Defensa noruega, que así la tendrá perfectamente controlada para desarmarla y evaluar la cantidad de daños.

La empresa BOA Management, con una gran experiencia en este tipo de operaciones, coordina los trabajos y ya ha comenzado los preparativos. El plan es levantar gradualmente la embarcación y transferirla a una barcaza sumergible. «Primero debemos levantarla y observar los daños. Nos comprometemos a conservar la mayor parte del equipo para poder reparar la fragata y, por supuesto, creo que se pondrá en funcionamiento», expresa uno de los máximos responsables de la Armada noruega.

Un experto de otra empresa de la zona ha valorado para un medio noruego que será «un trabajo difícil y largo». «Se necesitarían de cuatro a cinco días para realizar la preparación y alrededor de dos semanas para completar la operación de traslado», añade, confirmando las tres semanas previstas para la labor.

La fuga de gasoil es una de las mayores preocupaciones en este momento, aunque parece estar controlada. No obstante, las barreras continúan puestas y un barco recorre los alrededores de la fragata de forma continua. En total, se han recogido más de 15.000 litros de combustible mezclado con agua. «El objetivo es restablecer el área de manera que se minimice la huella física», apuntan las Fuerzas Armadas.

Mientras, el máximo responsable de la Armada noruega, Nils Andreas Stensønes, ha calificado el incidente de «inconvenientemente triste». «No es algo bueno perder una embarcación que representa grandes valores y una capacidad militar importante. Es, simplemente, muy triste para la Marina», subrayó. También explicó que los miembros de la dotación, 137 militares, volverán paulatinamente a sus labores habituales, con todo tipo de apoyo, principalmente aquellos que resultaron heridos.