Raquel Abelleira (Ferrol, 47 años) es una ginecóloga adscrita a la Unidad de Patología Cervical y Colposcopia y a, área de Ginecología Oncológica.
-¿Qué causa este cáncer?
-En la década de los 80 aparecen datos concluyentes que confirman que el agente causal es el virus del papiloma humano (VPH) y dentro de la gran familia del VPH un tipo concreto de ellos: el VPH de tipo mucosal y de alto riesgo oncogénico. Comentaremos los genotipos más frecuentes El VPH es una infección muy frecuente en la población con edades ente los 20 y los 25 años, pero transitoria, ya que en la mayor parte de los casos desaparece espontáneamente, de tal forma que al llegar a la década de los 30 años solo un pequeño porcentaje de mujeres siguen siendo portadoras.
-¿Tener el virus implica enfermar?
-Para llegar al cáncer una condición imprescindible es la persistencia de la infección durante años, décadas en general, aunque un factor favorecedor de esa persistencia es, entre otros, el tabaco.
-Es una causa, pero no suficiente para llegar al cáncer cervical...
-Entre la infección y el cáncer hay unas lesiones, neoplasias intraepiteliales, que no son cáncer. Algunos casos no precisan tratamiento porque se curan espontáneamente y los que sí lo precisan se pueden tratar quirúrgicamente de forma sencilla y sin ingreso hospitalario. En la charla explicaremos el tipo de tratamiento.
-¿Cómo se detectan las lesiones?
-Ese es el objetivo de la citología cervical, con la citología vamos a seleccionar las mujeres de la población que tienen un cérvix sano y las que tienen una alteración cervical para después realizar su estudio y tratarlas si lo necesitan.
-¿Cada cuánto se debe realizar una de estas citologías?
-Las sociedades científicas indican el cribado en mujeres, sin síntomas, cada tres años, iniciándolo a los 25 años, y finalizándolo a los 65 años de edad.