Xoán Miguel Barros Dios, director del Laboratorio de Radón de Galicia, habla sobre la incidencia en la provincial
05 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Agardo como auga de maio a tese do doutorando de Xeografía Alexandre Vázquez sobre os riscos naturais en Galicia, que se vai presentar en decembro». Lo espera el doctor Xoán Miguel Barros Dios, que dirige el Laboratorio de Radón de Galicia y que lleva 25 años estudiando la incidencia del gas en la salud de la población gallega. Espera el resultado de esa tesis porque su autor, además de estudiar fenómenos como los incendios o las inundaciones, incluyó en su trabajo la presencia del radón, y los resultados de su estudio permitirán saber por qué hay zonas más afectadas que otras y explicar cómo puede ser que en la comarca de Muros, por ejemplo, el riesgo sea mucho más alto que en la de Fisterra, o que en la ciudad de A Coruña sea de un 11,1 % frente al 12,7 % de Ferrol o el 22,2 % de Santiago. Con todo, algunas pistas ya tienen: «Non todo o granito é igual -indica el doctor-; nada máis lonxe da realidade, e iso afecta aos territorios».
También tiene que ver la fiabilidad del muestreo. «O ideal sería facelo por bisbarras. Non é o mesmo un sitio como Santiago, que con máis de duascentas medicións está xa moi trillado, que un concello pequeno onde se fixeron só dúas ou tres medicións». Hasta ahora, las pruebas se hacían de forma aleatoria dependiendo de las personas que las solicitasen, pero en el futuro se realizarán teniendo en cuenta los territorios para aumentar esa fiabilidad. Cuentan para ello con el compromiso de la Dirección Xeral de Saúde Pública, que además de medir los edificios que dependen del Sergas, colaborará con esos muestreos de precisión que permitirán, entre otras cuestiones, perfeccionar un mapa que se actualiza constantemente según se van haciendo nuevas pruebas con el objetivo de ser «un instrumento aberto, de planificación, para que tanto os cidadáns como as administracións fagan uso del».
La colaboración de los voluntarios es fundamental para avanzar en la investigación y prevenir las dolencias relacionadas con el radón, pero una legislación precisa al respecto es también necesaria, y en ese sentido, el doctor Barros lamenta que la adaptación en España de la normativa europea que regula las concentraciones de radón esté todavía sin aprobar, cuando debería haber entrado en vigor el 6 de febrero. «E o plan nacional contra o radón, nin está, nin se lle espera», dice molesto.
El miércoles, 7 de noviembre, es el día europeo del radón, una buena oportunidad para consultar el mapa (radongal.es) y tomar medidas. Por la salud de todos.