Una revolución

Indalecio Seijo INGENIERO NAVAL

FERROL CIUDAD

04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas noticias producen en nuestra comarca el impacto del encargo a Navantia de una serie de fragatas como las F-110, que parece que está a punto de materializarse. Si a eso unimos los cambios que traerá consigo el Astillero 4.0 y el pregonado plan de industrialización de Navantia, que rejuvenecerá la plantilla como no se ha hecho en muchos años, estamos ante una pequeña revolución para Ferrolterra. Pero, ¿qué necesita Navantia, qué debería contemplar ese plan industrial? Todos los que hemos pasado más de 20 años entre sus talleres y manteniendo relaciones con el astillero y con Carenas, tenemos nuestras ideas. Lo primero es la acuciante necesidad de rejuvenecer la plantilla. También habrá que modernizar los medios de producción y las infraestructuras. Navantia conoce los mejores astilleros del mundo y tiene claro cuáles son las mejores ideas para llevarlo a cabo.

Pero también tiene que tener a sus empresas auxiliares muy en cuenta. Será crucial decidir la frontera entre lo que compensa hacer dentro y lo que se debe subcontratar. Nadie sabe cómo evoluciona el sector de forma cierta, pero a buen seguro oiremos hablar de alianzas internacionales, consorcios europeos, con establecimientos de Navantia en otros países. Los programas de transferencia tecnológica seguirán cobrando importancia.

Como en otros órdenes de la vida, los sueldos de los empleados deberán tener más en cuenta la productividad propia y la de la empresa.

Están empezando a volver a Ferrol técnicos que han estado fuera de España en los últimos años, esos son buenos candidatos a fichar, ya que han aprendido otras formas de hacer las cosas. Y finalmente no pensemos solo en los próximos diez años, miremos más allá, aunque no sea políticamente rentable.