Los jabalíes, una lotería al volante

A. F. C. ORTIGUEIRA / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Un vecino de Ortegal se topó con dos manadas y otros dos ejemplares en cuatro puntos distintos de la AC 862, entre el Campo do Hospital y la gasolinera de Mera

02 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«A esas horas, cando está anoitecendo, é unha lotaría. Vas coas luces de cruce porque veñen coches de fronte e aos xabarís non os ves se non levas as largas postas», explica José Ramón Rodríguez. Este vecino de Ortegal se topó el miércoles, de regreso de Ferrol, con dos manadas y otros dos individuos en cuatro puntos distintos de la carretera AC 862, entre poco antes del Campo do Hospital, aún en el municipio de Cerdido, y unos metros más abajo de la gasolinera de Mera.

«Os primeiros vinos baixando das Felgosas, pero xa cerca das casas, eran cinco adultos e ían atravesando a estrada, ocupando os dous carrís. Decateime ao pasar o coche que viña de fronte, cando puxen as largas, vinos a uns douscentos metros», relata. Un poco después del radar fijo, ya en territorio de Ortigueira, este conductor advirtió la presencia de varios ejemplares hozando entre la cuneta y el arcén. Continuó la marcha y a la altura del desvío hacia Mera de Riba se encontró con otro animal de gran tamaño cruzando la vía. «E xa cando pasei a gasolineira, había un automóbil parado coas catro intermitentes postas, colocando o sinal de perigo. Tiña a defensa rota e probablemente tamén o radiador, iso é o que parecía. Acababa de atropelar a outro xabaril», detalla. Todo ocurrió en torno a las siete y media de la tarde, ya de noche, en unos pocos minutos, «e sempre alerta, porque sabes que che poden saír de calquera lado», constata.

Esta misma semana, en la carretera AC 100, entre O Barqueiro y Bares, una conductora se llevó un buen susto. Salía de una curva y al encarar la recta observó «tres bultos negros de gran tamaño». Tres jabalíes irrumpieron en la vía para adentrarse en la maleza de las fincas situadas al otro lado. La amenaza de estos mamíferos es constante en las carreteras secundarias, todas las que jalonan la comarca de Ortegal, sin que se conozcan datos precisos sobre el número de siniestros ni de la gravedad de los mismos.