Los propietarios de la bodega riojana Valenciso regresaron a la urbe naval, donde dos décadas atrás presentaron su cosecha inicial
30 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.De vuelta al origen. Luis Valentín y Carmen Enciso, propietarios de la riojana Valenciso regresaban ayer a Ferrol para festejar por todo lo alto el veinte aniversario de su bodega. Una decisión de todo menos casual, pues fue en la ciudad donde presentaron su primera cosecha. Este particular tributo sirvió además para que amigos y hosteleros de la comarca se familiarizasen con sus nuevos vinos.
Recuerda Enciso con cierta nostalgia aquella primera visita en la que tuvo ocasión de descubrir, de la mano de un amigo, lo que denomina el Ferrol real, «lo profundo, no lo turístico», una ciudad en la que, según apunta, «había un nivel de vinos impresionante para la época y que creímos que debía ser un ejemplo para La Rioja». Algo que los marcó.
De este modo, explica Carmen -la mitad de Valenciso- la elección de Ferrol en el arranque de su bodega y en esta celebración tan especial: «Fue la primera ciudad y el primer vino».
Explica que llevan nada menos que 34 años en el mundo del vino, primero como trabajadores de una bodega centenaria que decidieron dejar cuando cambió de manos para embarcarse en su propio negocio. Y esa experiencia previa asegura que fue clave en el éxito del negocio. «Trabajamos en bodegas alquiladas al principio y solo cuando vimos que el vino gustaba, nos decidimos a hacer el edificio», explican.
En la fiesta de aniversario de ayer, que se desarrolló en el Parador de Turismo, Valentín y Enciso aprovecharon para que los asistentes catasen seis añadas de sus vinos, «cuatro del pasado y dos del futuro». Entre ellos, la primera cosecha de Valenciso, considerada por la crítica como «el clásico más moderno». La última añada es del 2012.