La mujer militar en Ferrol: de cero a 586

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La igualdad en los destinos de la urbe sigue progresando tres décadas después de la primera vez

24 oct 2018 . Actualizado a las 11:48 h.

El pasado viernes, el Ministerio de Defensa anunció que la altura mínima para acceder a las Fuerzas Armadas será, a partir de ahora, diferente para hombres y mujeres. Una discriminación positiva, basada en la media española, que supone un paso más en la evolución del entorno militar en términos de igualdad.

No fue hasta el 22 de febrero de 1988, a través de un Real Decreto Ley, cuando el mundo castrense empezó a conjugarse en femenino, con la incorporación de las primeras mujeres. No obstante, hasta 1999 no se reguló su papel por completo, es decir, con la posibilidad de acceder a todos los cuerpos y escalas.

En Ferrol, donde la Armada española tiene una impronta especial por ser una ciudad eminentemente volcada al mar, cuya sociedad y principal industria mantienen unos lazos muy fuertes con la institución militar, la mujer fue asomando también progresivamente. En este momento, la Marina cuenta con un total de 570 mujeres destinadas en Ferrol, a las que se suman otras 16 pertenecientes a los Cuerpos Comunes. Es decir, un total de 586, entre las que, aproximadamente 35 son suboficiales y 19 oficiales, con medio millar en Marinería y Tropa. Dentro de esa cifra, la mayoría, más de dos centenares, tienen su sitio en los buques con base en la ciudad. A continuación están las escuelas de especialidades (Antonio de Escaño y Esengra), el Arsenal y el Tercio del Norte de Infantería.

Cada uno de los destinos fue tomando cariz femenino. Los buques, por ejemplo, están adaptados desde hace ya bastante tiempo -expresan desde Defensa- para el embarque de mujeres. En las despedidas y los recibimientos, lo más habitual sigue siendo una mujer recibiendo a su marido en el muelle, pero cada vez se ve más lo contrario. Eso sí, y aunque irá variando conforme la igualdad avance, los altos mandos -al menos de esta zona- siguen siendo hombres. Nunca se sabe si en el futuro llegará a haber una almirante jefe del Arsenal o una coronel del Tercio.

Las fechas marcadas en rojo de la historia de la mujer militar en la ciudad son dos, según las bases de datos del Ministerio de Defensa: marzo de 1989, cuando accedió la primera mujer de Cuerpos Comunes destinada a Ferrol, y julio de 1993, cuando fue destinada a la urbe la primera mujer de la Armada. Desde aquellos tiempos, un acelerón femenino de cero a 586 que agradece el entorno castrense departamental.

Dolores Barroso Mora y Ana Pérez Leirachá, los nombres de las pioneras en la ciudad

«Pertenecen ya a las nuevas generaciones que estudiaron en colegios coeducativos, donde niños y niñas primero, chicos y chicas después en el instituto, comparten aula. El mundo mixto llega, por tanto, a los cuarteles. Ferrol, siendo base naval, no puede ser ajeno a estos cambios de las Fuerzas Armadas». De esta manera finalizaba, el 21 de abril de 1993, el reportaje de La Voz con Ana Pérez Leirachá y Carolina Filgueiras Martínez, que en ese momento ingresaban en la Escuela de Aprovisionamiento de A Graña. La primera de ellas, Ana, entonces de 20 años y vecina del barrio de Santa Mariña, acabó siendo una de las pioneras de la ciudad, al convertirse en la primera mujer que contó con un destino en la urbe.

La ferrolana ingresó el 26 de abril de 1993 para, el 1 de julio de ese año, pasar a formar parte de la dotación del patrullero Atalaya. En este momento es brigada del cuerpo general de la Armada.

Eso sí, cuatro años antes, María Dolores Barroso Mora se había convertido en la primera mujer de Cuerpos Comunes destinada en Ferrol. El 9 de marzo de 1989 pasó a formar parte de la sección de Sanidad de la Escuela de Energía y Propulsión. Las páginas de La Voz también recogen que en 1998 fue distinguida con la Cruz de Mérito Naval con distintivo blanco. A día de hoy es capitán enfermero, según detallas fuentes de Defensa.

Otros nombre relevante, ahora ligado a Ferrol, es el de Anita Sánchez. En la actualidad es práctico militar en el Arsenal, pero hace una década se convirtió en la primera mujer al mando del único barco fluvial de la Armada, el Cabo Fradera, en Tui.