Ocho detenidos y 2.000 vieiras incautadas en una operación contra el furtivismo en Ferrol

FERROL CIUDAD

CEDIDA

La operación Concha se cerró con 2.000 moluscos decomisados de alta toxicidad

26 dic 2022 . Actualizado a las 16:16 h.

El furtivismo de la ría de Ferrol ha sufrido un nuevo golpe. Y esta vez ha sido de los importantes. La Policía Nacional, en colaboración con el cuerpo de Gardacostas, ha cerrado la operación Concha con ocho detenidos, 44 investigados y 2.000 vieiras decomisadas. Cifras de las que se deduce el gran negocio que hay montado alrededor de este preciado molusco que tiene en las aguas ferrolanas uno de sus mejores hábitats. Una zona en la que solo ha habido unos días de extracción en el conjunto de los últimos tres años -por la presencia de la toxina- y en la que, no es una coincidencia, en el mismo tiempo se ha multiplicado la clandestinidad.

La operación Concha dejó, además, otras incautaciones a tener en cuenta: distintos mecanismos de pesca submarina, dos vehículos utilizados para el transporte de la vieira y cuatro teléfonos móviles. Los turismos particulares tienen relación con el transporte del moluscos para su venta, con lo que vuelve a confirmarse que existen redes en negro por Galicia. En este caso, sin ningún tipo de medida higiénico-sanitaria, los furtivos llevaban el producto a los distribuidores afincados en distintas localidades de las Rías Baixas. Así lo especifica el Equipo de Respuesta Policial (Erpol) de la Policía Autonómica, que detalla que los receptores de la vieira la vendían a distintos establecimientos públicos o privados.

Antecedentes

El itinerario norte-sur no es una sorpresa en el transporte de este producto teniendo en cuenta los precedentes. Por poner varios ejemplos, el año pasado se intervinieron en Vilanova 171 kilos destinados a la zona turística de Arousa; poco antes se aprehendieron en Ferrol 475 kilos que llevaban un destino semejante; un año antes se desmanteló una red, con 14 implicados, que distribuía por la provincia de Pontevedra; y también en el 2016, en Vilanova, se decomisaron otros 300 kilos.

Y más allá de que exista un mercado negro, hay que tener en cuenta que las detenciones e investigaciones son, además de por organización criminal, contra la salud pública. En el caso de la operación Concha, las vieiras analizadas arrojaron niveles de toxina que cuadriplicaban la tasa legal establecida. Esa toxina es la que provocó este año, de hecho, el cierre temprano de la campaña en la ría de Ferrol, donde la escasa extracción se traduce en cantidades ingentes de este preciado y enriquecedor producto.

Los furtivos tenían vínculo con distribuidores de las Rías Baixas, donde se vendían La zona entre los castillos de A Palma y San Felipe es la que concentra un mayor número y donde, en medio de la noche, se ven más de una vez las luces de los ranas, como son conocidos los buzos furtivos. Allí llevan sus vehículos, a los que añaden incluso otros lanzadera que los avisa de los posibles controles. «Están muy preparados», dicen los mariscadores de la zona. El caso está ahora en ahora manos del Juzgado número 3 de Ferrol.