La rotura en la red de agua de Joane causa graves daños en tres hogares

FERROL CIUDAD

José Pardo

La riada mató varios animales de corral y se llevó por delante un muro medianero

26 sep 2018 . Actualizado a las 12:58 h.

Los animales que Serafín Rubido, de 88 años, tenía en unas bodegas situadas en el patio trasero de su casa fueron los peor parados, ya que murieron ahogados siete conejos, seis pollos y cuatro gallinas. Solo lograron ponerse a salvo de la riada generada por un reventón en la red de suministro de agua que discurre por la carretera de Joane otros tres conejos, que consiguieron subirse a un colchón que estaba al sol encima de unos taburetes y el agua arrastró hasta el final de la finca.

En la casa en la que viven Serafín Rubido y su esposa, también octogenaria, que corresponde al número 97 de la carretera de Joane, el agua entró por la puerta delantera, atravesó el sótano y anegó el patio trasero. Otro tanto ocurrió en los dos edificios colindantes, 99 y 95, cuyos sótanos se inundaron hasta una altura de más de medio metro.

La riada llegó a derribar el muro medianero entre los patios de los inmuebles 97 y 99. En este último, la fuerza del agua acumulada al final de la finca provocó un agujero en la parte inferior de otra muralla, buscando salida.

La dueña de la casa número 99, Ana Manso, relataba ayer el momento tan dramático vivido, porque el agua les llegó a anegar el salón y la cocina, además de arrasar con todo lo que tenían en el patio, entre lo que destaca una colección de macetas que había plantado su madre, que murió hace siete años, «que para mí tenían mucho valor sentimental», dijo. También anegó un cuarto en el que su marido tiene máquinas de carpintería. El matrimonio y sus dos hijos estuvieron hasta tres de la madrugada achicando el agua, pero los restos de la riada aún eran visibles ayer.

En cuanto a la vivienda de Serafín Rubido, su hija, María Dolores, aún lloraba ayer cuando su padre retiraba los animales muertos de las bodegas. «Cuando vi los animalitos se me cayó el alma al suelo y mi padre también lo está pasando fatal, porque era el que los cuidaba», apuntó.

Las dos vecinas recordaron que 1993, cuando se estaba construyendo el Acceso Norte, ya hubiera una inundación similar a causa de otra rotura en la red de agua, y se lamentaron de que en esta ocasión nadie del Concello de Ferrol se hubiese acercado hasta allí ni el lunes por la tarde ni en las horas siguientes. Ayer por la mañana sí acudió personal de Urbanismo y también el gerente de Emafesa, Alejandro Pisa, que visitó las dos viviendas más afectadas y habló con los dueños.

Mientras tanto, la carretera de Joane continúa cerrada al tráfico y aún lo estará bastantes días. Varias palas trabajaban ayer en la apertura de dos grandes agujeros en el asfalto, a fin de poder reponer el suministro lo antes posible. El gerente de Emafesa manifestó a este periódico que la rotura se produjo en una tubería antigua de 400 milímetros de diámetro y que se trataría de restablecer el servicio en la noche de ayer. Como medida provisional, se barajaba la posibilidad de establecer un suministro alternativo desde el otro lado de la rotura.

Alejandro Pisa informó, asimismo, de que la propia empresa se hará cargo de la limpieza de la casa de una mujer de 95 años y también se brindó a colaborar con el resto de afectados. En cuanto a las indemnizaciones por los daños, indicó que de eso se encargan los seguros.