El palacio cumple 65 años

José Picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

16 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el 15 de septiembre de 1953, hace ahora 65 años. El dictador Francisco Franco, tan de actualidad estos días, vino a Ferrol a inaugurar en una misma tarde el Sanatorio de Catabois, la flamante plaza de España y el Palacio Municipal. Las crónicas del día ya se las imaginan. El pueblo y las calles por las que pasaría la comitiva estaban limpísimas; al generalísimo no dejaban de vitorearle las miles de personas que le recibieron en tan señalada jornada; allí estaban todas las autoridades militares, eclesiásticas, mandos de la Falange, gobernadores civiles, los alcaldes de las ciudades gallegas más importantes, etc… Este apartado, el del listado de autoridades que se había asomado por allí, es el que llena las páginas de los periódicos del día, junto al discurso que Franco se vio «obligado a improvisar» desde el balcón de la plaza de Armas para dar contento a tantas muestras de cariño. En realidad el tiro salió por la culata, como diría un castizo, y Franco soltó una filípica de mucho cuidado calificando a los ferrolanos de unos tipos con poca iniciativa que lo fían todo a los dictámenes de Madrid. Pero bueno, dejemos eso para otra ocasión y volvamos a nuestro Palacio, que en Ferrol estamos escasos de arquitectura palaciega.

 El edificio fue diseñado por los arquitectos Nemesio López Rodríguez y Vicente García Lastra. Es de estilo Neoclásico, aquel que se impuso como reacción al Barroco desde mediados del siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XIX. Tal vez -y solo tal vez- los arquitectos quisieron hacer un guiño al resurgimiento de Ferrol en esa etapa, con la construcción de sus astilleros y arsenales, el barrio de la Magdalena y el crecimiento extraordinario en todos los órdenes que tuvo la ciudad.

El neoclasicismo fue además el movimiento inspirador de una parte de la mejor arquitectura civil española, con edificios tan representativos como el Museo del Prado (pronto cumplirá 200 años) y el Real Observatorio Astronómico de Madrid, creados por Juan de Villanueva. En esas obras y en nuestro Palacio Municipal -salvando las distancias- se observa un claro predominio de lo arquitectónico sobre lo decorativo, el empleo de columnas, frontones y cúpulas, la apariencia solemne y severa, la simplicidad de líneas y la armonía de sus volúmenes. El Ayuntamiento ferrolano posee todas esas características y una adicional: fue construido para la función que desempeña, la sede de la Casa Consistorial.

El Palacio Municipal ha hecho su función en estos 65 años. Habrá quien lo considere digno de presidir la plaza de Armas y transformarla así en plaza Mayor. También quien lo tacha de intruso, de ser el okupa culpable de romper la armonía de la Magdalena. Ustedes dirán.