El otro calor

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

17 sep 2018 . Actualizado a las 19:58 h.

Se acaba la temporada del buen sol, y cada chivo a su olivo a preparar el otro calor que se acerca: el político. Los que tienen curro, al curro, los parados a esperar otro verano, unos pocos a sus puestos institucionales y una mayoría a preparar las próximas elecciones, que son muchas y muy variadas: locales, autonómicas y europeas. Todos estos frentes son extensibles a la militancia de los partidos, que también participan en la controversia y en la elaboración de listas y de programas que ofrecerán al público y que son como la cartilla de razonamiento detallando los cambios, que luego traerán los garrotazos dialécticos de la campaña y alguna que otra mentira gorda en la que creeremos otra vez. 

En Ferrol parece que va a haber más candidaturas que nunca, pues se anuncian las de una nueva generación que quiere enfrentarse a los problemas de su tiempo, y también se conocen ya un grupo de veteranos, pura dinamita contra el actual gobierno y que aspiran a la alcaldía de Jorge Suárez, actual titular que quiere repetir y tendrá enfrente al conselleiro Rey Varela, que viene con la cabeza y el músculo de estar en la Xunta. Y ya empezaron las disputas reabiertas entre la izquierda y derecha clásicas, postergando el Ferrol de hoy con un concepto polisémico de la ciudad y sin atisbos de cogerse de la mano para resolver los graves problemas que está ocasionando la despoblación. Ante esta visión unilateral queda un tiempo para conocer si los otros nuevos candidatos son de nivel alto o si los que llegarán son personajes residuales que entrarán en el Ayuntamiento por la sentina, para devolver a los ferrolanos la vía del progreso. A los nuevos les harán falta muchas ganas de trabajar e ilusión para acabar con este desprestigio, de lo peor que estamos sufriendo. Y en ello tendrán mucho que ver y elegir los ciudadanos cuando sean llamados a las urnas. Por el momento ya tenemos material que nos brindaron los dos aspirantes, uno más de derechas que un grifo de plata y el de izquierdas, mal que bien, quiere acabar con esta tensa convivencia, a babor y estribor, para algún día poder hacer la ola contra los que le niegan el pan y la sal. En fin, siempre han sido saludables las elecciones por el oxígeno democrático que aportan a la ciudadanía. Vienen también a agitar conciencias, aunque en ocasiones, en vez de resolver atranquen. Pero, por favor, que no nos tomen el pelo con discursos más o menos lucidos para seguir algunos revolviendo el río, porque hay ríos revueltos en los que no siempre ganan los pescadores.