«No me niego a pagar, pero pediré al banco que me fraccione la factura de Emafesa»

FERROL CIUDAD

C.L.

Montse Perille denuncia que le cobren en base al mismo consumo estimado de familias de seis miembros

14 sep 2018 . Actualizado a las 21:18 h.

Montse Perille es una de las cien vecinas, casi todas mujeres, que viven solas o con una persona más en el barrio de Recimil y a las que la empresa mixta de aguas, Emafesa, les ha pasado al cobro un recibo por los servicios de dos meses de agua, basura y saneamiento por importe de 57,82 euros, una cuantía similar a la de domicilios con seis o más miembros. La factura todavía no incluye el pago, con carácter retroactivo, de la depuración de aguas residuales desde abril a noviembre del 2017, que es el período transcurrido desde la puesta en marcha real del saneamiento hasta que el Concello levantó la suspensión de la tasa. Obviamente, tampoco recoge las liquidaciones desde enero del 2015 a marzo del 2017, recientemente aprobadas por el alcalde, porque la fecha de cobro, se ha fijado para el 1 de julio del 2019.

Aún estando pendientes esos dos cargos, Montse Perille manifiesta que ya no puede abonar de una vez los 57,82 euros de la factura. «No me niego a pagar, pero pediré al banco que me fraccione la factura de Emafesa en cantidades de 25 euros al mes», señala.

Lo justifica en que está en paro, tiene una pensión de 340 euros y paga 100 euros de alquiler al Concello por el alquiler de su vivienda en Recimil. No obstante, su queja viene dada por la aplicación de una tasa de saneamiento que incluso el alcalde reconoce que no se ajusta al coste del servicio y por el hecho de que Emafesa facture en base a un consumo estimado «muy abultado». Y es que, según explica Montse Perille, tanto a ella, que vive con su madre, como a todos los vecinos de Recimil, se les está facturando por un consumo de 20 metros cúbicos, tanto si en la vivienda residen, una, dos, como es su caso, seis o más personas, cuando lo establecido para una persona que vive sola es entre cuatro y ocho metros cúbicos.

Montse Perille reclama que el Concello de Ferrol, propietario de las viviendas de Recimil, les instale contadores -la mayoría de los pisos no los tienen y los que hay no funcionan- a fin de que Emafesa facture en base a los consumos reales.

Exige, asimismo, la actualización de la tasa en función del gasto real del saneamiento.

El hecho de que en las casas municipales de Recimil el importe de la factura sea idéntica en todos los casos, al igual que las viviendas sindicales de San Pablo, tiene su origen en una ordenanza de abastecimiento de agua del 2013, que era provisional, pero no se ha actualizado, en la que se fijaba un consumo estimado bimensual de veinte metros cúbicos.

Representan 333 botellas de litro diarias, algo que se considera una barbaridad cuando existe el cálculo de que en un centenar de pisos de Recimil vive una persona sola.