Dos curvas de 90 grados complican la salida de buses de la estación de Ferrol

Carmela López / Á.A. FERROL

FERROL CIUDAD

Cándido Prieto

El mal estacionamiento de coches particulares dificulta todavía más las maniobras

09 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los conductores de los autobuses que salen de la estación de Ferrol tienen que realizar maniobras complicadas a causa de un acceso inadecuado para el tránsito de este tipo de vehículos de gran tamaño y, en muchas ocasiones, ven dificultada todavía más la marcha debido a la presencia de coches mal estacionados. Y es que en la salida de la estación hay dos curvas de 90 grados, una en el acceso a la calle Instituto y otra para incorporarse a la calle Pontevedra.

A pesar de que en ambos puntos hay pintadas líneas amarillas para que puedan girar los autobuses, algunos conductores de vehículos particulares no respetan esa señalización y con relativa frecuencia hay coches entorpeciendo el paso del transporte colectivo.

Según las declaraciones de un conductor de bus, cuando hay algún coche aparcado en esas curvas, y ocurre muy a menudo, no se puede pasar, porque no queda espacio para girar.

Este profesional del sector del transporte público asegura que, ante una situación así, lo único que pueden hacer es llamar a la Policía Local «pero suele tardar y la grúa también suele ser reacia a venir a retirar los coches», apunta, añadiendo que, al no haber otra salida posible, en demasiadas ocasiones tienen que perder el tiempo esperando que llegue el infractor y retire el vehículo mal estacionado.

La entrada y salida de la estación de autobuses de Ferrol ya planteó problemas desde que se inauguraron las instalaciones. Circularon durante muchos años a través del barrio del Ensanche A, provocando protestas vecinales que se eternizaron en el tiempo hasta que se construyó una rampa de salida y lo hacían hacia la plaza de España, itinerario que después también se eliminó con el inicio de la reforma de ese céntrico espacio de entrada a la ciudad.