En los últimos meses también hubo varias incidencias en viviendas habitadas

La Voz

FERROL CIUDAD

07 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los últimos meses fueron especialmente graves en materia de pérdidas derivadas de los incendios en viviendas habitadas, si bien no hubo desgracias personales. El más aparatoso de los fuegos se registró en un segundo piso del número 207 de la calle Magdalena, con frente a la calle Arce. Ocurrió el día 7 de junio por la mañana, cuando los propietarios no estaban en la vivienda y fue descubierto por la empleada de hogar. El fuego calcinó por completo un dormitorio infantil, el recibidor, la puerta de entrada y la galería, propagándose al piso superior, en el que no llegó a entrar por la rápida intervención de los bomberos. Hubo que desalojar a seis vecinos y se vio parcialmente afectada la fachada del edificio, obra del arquitecto Rodolfo Ucha, que había sido rehabilitado hace unos años.

Unos días después, concretamente el 15 de junio, otro incendio calcinó el mobiliario del salón de una vivienda situada en la Porta de Neira.

Más recientemente, el pasado 18 de agosto, las llamas se cebaron también con la buhardilla de la vivienda número 11 de la calle Lugo, un edificio de bajo y dos plantas que está considerado como el más estrecho de Ferrol, ya que solo mide dos metros de ancho en el interior.

Los vecinos del bloque de viviendas intergeneracional que la Xunta tiene en Telleiras también se llevaron un buen susto el día 7 de abril de este año, a causa de un incendio en uno de los pisos en el que vivían como okupas dos personas. Ocurrió de madrugada y el fuego calcinó los muebles, los electrodomésticos y todos los enseres.