Con muchas ganas de trabajar y cargada de energía inicia el curso la vicerrectora del campus de Ferrol, Araceli Torres, quien está convencida de que las nuevas titulaciones aumentarán sin duda el atractivo de la urbe naval como ciudad universitaria. Prueba de ello es el repunte de la matrícula que se están registrando en el campus y que también se ha dejado notar en la residencia universitaria de la calle Sánchez Barcaiztegui. «Este año se nos ha quedado pequeña y más de veinte alumnos se han quedado en lista de espera, por lo que tendremos que ir pensando en alguna alternativa para aumentar su capacidad», advierte Torres.
La residencia cuenta actualmente con 23 plazas, cuando en opinión de la vicerrectora «lo deseable» para un campus del tamaño del de Ferrol sería poder disponer de entre 50 y 60..
En este sentido, Torres apunta que la ampliación de la oferta de plazas de alojamiento se encuentra entre los retos futuros del campus, aunque existen otros objetivos más urgentes, como, por ejemplo, materializar la ansiada fusión de las dos escuelas Politécnicas -para lo que la UDC sigue buscando espacio en el entorno de Esteiro- o la obtención de fondos autonómicos para unir siete grupos de investigación y crear un nuevo centro de excelencia orientado a la industria inteligente y la fabricación avanzada.