La escuela ferrolana Antonio de Escaño juega un papel fundamental en la nueva era que afronta la Armada en el ámbito educativo
03 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Armada ha lanzado una reflexión a nivel formativo: interpretar y dar sentido al momento de disrupción tecnológica al que se enfrenta, al igual que le ocurre a tantas organizaciones. Y en este reto de enseñanza 4.0, la Escuela de Especialidades Antonio de Escaño, en Ferrol, juega un papel fundamental. «Queremos evitar un sistema de enseñanza desconectado y hemos diseñado un modelo de aprendizaje en red. En resumen, un modelo de escuela digital, innovadora, abierta a la colaboración y en el que las TIC no dejan de estar presentes», explica el comandante director de la Antonio de Escaño, Alfonso Vallés Sales.
¿Cuál ha sido la reflexión de la Armada?
La Armada navega en un océano de datos. Los buques modernos y altamente tecnificados de la flota son sistemas de sistemas que operan en un entorno conectado con gran riqueza de variantes. Esta situación requiere, por lo tanto, interpretación y acierto en los planes de estudios elaborados por un profesorado experto en base a competencias digitales y transversales dirigidas a todos los alumnos. «En el análisis valoramos más la dirección que la velocidad de lo que queremos hacer», expresa Vallés.
¿Qué estrategias de aprendizaje se están considerando?
En primer lugar, la centralidad de la persona y el principio de que la tecnología no es transformadora por sí misma, sino que lo es la formación. A su vez, el reconocimiento de la colaboración como una característica inherente de la transformación digital. La Armada plantea el desarrollo de la estrategia por pasos. Primero, comprender las nuevas tecnologías -sobre todo la inteligencia artificial-. Tras su interpretación, buscar su aplicación a problemas nuevos -y antiguos- en el ámbito de la Armada. Asimismo, asegurar a los alumnos otras competencias personales, para conectar, colaborar y cocrear. En síntesis, un cambio de mentalidad fundamentado en un modelo de aprendizaje práctico.
¿Cuáles son las herramientas para llegar a ese aprendizaje digital?
La base es el propio modelo de formación de la Armada, con la obtención de titulación de grado universitario para oficiales y de título superior de formación profesional para suboficiales y, en un futuro próximo, medio para la marinería y tropa. La Armada 4.0 quiere personas con capacidad para aprender de forma continua y autónoma.
¿Qué papel juega la formación profesional?
Es determinante. En el entorno 4.0 hacen falta ingenieros, pero también personas con competencias que puedan desarrollar sus cometidos en la vertiente más práctica de las tecnologías emergentes. La formación profesional es un activo estratégico. Los núcleos de FP las escuelas son un modelo acertado de integración del profesorado civil en un currículo de formación único y compartido con sus compañeros profesores militares.
¿Competencias digitales o humanas?
Con la tecnología deben integrarse otro tipo de competencias propias de las personas como la creatividad, la resolución de problemas complejos, la empatía y el trabajo en equipo. En un futuro próximo, los buques inteligentes tendrán un grado de automatización muy elevado. Por ello, las competencias inherentes a la persona, aquellas que no podrán ser automatizadas, resultarán relevantes. El enfoque no es el enfrentamiento de la persona frente a la máquina sino la inteligencia aumentada resultante de sumar la de la persona a la inteligencia artificial de la máquina.
¿Qué proyectos están en marcha en la Escaño?
El curso anterior, la escuela participó por primera vez en el congreso FP Innova de la Xunta, en Santiago, colaborando con otros centros de formación profesional. La cooperación consistió en la exhibición de un simulador radar. Mientras, en el curso que está a punto de empezar, la Escaño tiene previsto colaborar con el CIFP Ferrolterra en dos proyectos. Uno es el Dish Stirling, para convertir energía solar en eléctrica. Un prototipo de un sistema de microgeneración orientado a concienciar de la importancia de las energías renovables. El otro es un hospital de robots. Se trata de robots destinados al ámbito educativo para su empleo compartido por los diferentes CIFP de la ría de Ferrol y la propia Escaño. Para ello, incorporarán técnicas de realidad aumentada y virtual, vista 3D para contenidos didácticos o diseño de software de programación visual. A su vez, durante el curso anterior dio inicio una inmersión en técnicas de inteligencia artificial con la colaboración de Amparo Alonso, presidenta de la asociación española de este ámbito (AEPIA). Asimismo, explotaron la plataforma académica de IBM para desarrollos en nube.
Alfonso Vallés: «Creo en un proyecto común para hacer de Ferrol un hub de innovación digital naval»
Alfonso Vallés Sales cumple dos años años al frente de la dirección de la escuela Antonio de Escaño, la de mayor número de alumnos existente en la Armada. Cuando llevaba apenas cinco meses en el cargo ya señaló, en otra entrevista con La Voz, que era «partidario de acelerar la integración de las nuevas tecnologías, así como de incorporar innovación y creatividad tanto para alumnos como profesores». «Buscamos cambiar el triángulo pizarra, sillas y mesa por un modelo en que el alumno pasa a convertirse en el protagonista de su formación», añadió. Ahora afronta su último curso.
«Estoy convencido que el futuro de la formación depende más de personas que de robots. Y la formación es un activo para Ferrol. El reto es ser capaces de desarrollar una comunidad de personas formadas que diseñen nuestro futuro. El entorno 4.0 necesita de perfiles profesionales tanto en el ámbito tecnológico como fuera del mismo. La transformación digital es una oportunidad para poner en marcha una estrategia fundamentada en una colaboración inteligente aprovechando la singularidad de la ría», valora. Vallés cita a Navantia, Universidad de A Coruña, empresas emergentes de equipos de ingeniería en I+D+i, los CIFP y las escuelas de la Armada. «Entre todos podemos jugar un papel dinamizador en un ecosistema innovador. Creo en un proyecto compartido para hacer de Ferrol un hub de innovación digital naval. Una oportunidad si lo convertimos en valor para las personas. Depende de todos», concluye.