Cuenta atrás para la plaza de Armas: «Cerrar el párking es una aportación más al hundimiento de la ciudad»

FERROL CIUDAD

PAULA QUIROGA

Los usuarios del aparcamiento de Armas se muestran indignados por su desaparición

29 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El párking de la plaza de Armas echará el cierre el próximo viernes, día 31, a las diez de la noche. La empresa Sefcon ha decidido agotar al máximo el plazo dado por el gobierno de Ferrol y clausurará la instalación coincidiendo con el cambio de turno. Para evitar la ocupación del sótano está previsto que el Concello instale un portalón en la rampa de acceso, para el que ayer por la mañana ya se tomaron medidas.

Mientras tanto, los usuarios del aparcamiento subterráneo de Armas muestran su indignación en el momento de pagar a los trabajadores que están detrás de la ventanilla y que, en el fondo, son los principales perjudicados, porque se quedan en el paro.

«Me llevé un disgusto impresionante, es lo peor que le podía pasar al centro», comenta Ana Barros, usuaria, añadiendo: «Cerrar el párking es una aportación más al hundimiento de la ciudad». Según explica, ella vive en el centro y solo utiliza el aparcamiento cuando tiene necesidad, pero asegura que para mucha gente es un servicio muy importante.

C.L.

Quien lo emplea a diario o en días alternos es Enrique Fortúnez, que reside en la zona de Canido y apunta que, a sus 87 años, no está para bajar y subir escaleras, «por lo que tendré que dejar el coche en casa y venir andando». A su modo de ver, «es una pena que lo cierren, porque es el más aconsejable y el más práctico», manifiesta, y apostilla que incluso para pagar es «comodísimo».

C.L.

A Nanci Pérez Nieto, vecina de Neda, también le resulta muy accesible para moverse con el cochecito de su bebé. «Yo paso de dar vueltas para aparcar y siempre me metía aquí. Me parece mal que lo cierren, lo lógico sería que lo arreglaran», manifiesta.

La desaparición del párking de la plaza de Armas no solo afecta a los cinco miembros de la plantilla de Sefcon, sino que también repercutirá en el personal de la empresa Adser que cubre vacaciones, festivos, libranzas y completa turnos. Es el caso de una joven madre de tres hijos, cuyo marido es pescador «y solo cobra cuando consigue pesca, aunque salga al mar todos los días», que tenía en este trabajo un apoyo económico para sobrevivir durante el invierno, porque en el período estival es cuando realiza más horas, como consecuencia de las vacaciones de la plantilla principal.