La hostelería se resiente del cierre durante más de siete meses de la calle Adán y Eva

FERROL CIUDAD

PAULA QUIROGA

Reclaman al Concello que fuerce ya el derribo del edificio ruinoso que los encajona

23 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya han transcurrido siete meses desde que el Concello de Ferrol valló un tramo de la calle Adán y Eva, en el barrio de Esteiro, por el peligro de derrumbe de un edificio ruinoso en la esquina con Carlos III. Los hosteleros con negocios en la zona dicen que ya no resisten más y alguno asegura que está a punto de echar el cierre.

No tienen clientes, «porque estamos en un callejón sin salida», manifiesta Thais Rey, propietaria del café bar Albanese, añadiendo que en ese tramo de calle no hay movimiento por culpa de las vallas.

La decisión de cerrar al paso de vehículos y peatones ese tramo de la calle Adán y Eva se tomó a mediados de enero pasado, a raíz de que técnicos municipales inspeccionasen el inmueble que hace esquina con Carlos III, determinando que la inclinación de la fachada y el estado general de la estructura obligaban a adoptar medidas preventivas.

En vista de la situación, se instalaron en ambos extremos vallas metálicas sustentadas en unos bloques de hormigón, impidiendo de este modo el tránsito. En la actualidad, alguien movió los extremos de la acera de enfrente, por lo que los viandantes sí pueden pasar, aunque el aspecto que presenta el inmueble ruinoso no lo hace aconsejable.

El Concello abrió entonces un expediente de disciplina urbanística pero, según los vecinos, el propietario interpuso recursos y aún no se ha avanzado nada.

«Abandono total»

El titular de Agra Taberna, Manuel Ángel Doce Justo, considera «intolerable que no se obligue al dueño a hacer algo» o que la propia institución municipal derribe el edificio. En cuanto a la marcha de su negocio, asegura que lo han notado mucho, «porque la gente no viene como lo hacía antes». En su caso, tiene la suerte de que el local hace esquina con la calle Taxonera, que tiene enfrente el astillero de Navantia, con lo que la mantiene parte de la clientela. Este hostelero denuncia el «abandono total» de la zona y pone el ejemplo de los árboles de la alameda situada al otro lado de la calle Taxonera, en terrenos de Defensa cedidos a Navantia, «que no se podan desde hace veinte años y tampoco permiten aparcar en ese espacio, que está repleto de malezas y ratas». Un vecino que vivió 40 años en la calle Adán y Eva, José Gómez García, manifiesta que «xamáis vin esta rúa e o conxunto de Ferrol tan abandonados».

Muy cerca de allí, en la esquina de travesía Moreno con Carlos III hay otro edificio vallado. Luis Raposo, titular del bar Vértigo, critica que no se tomen medidas. «No reparan nada, lo único que hacen es vallar. Cortan las calles y está claro que si no hay dónde aparcar la gente se va a otro lado y nosotros nos resentimos», apunta, apostillando que lo que hay que hacer es «obligar a los propietarios a reparar o a tiren los edificios, pero no vallar la calle».