Kentucky Fried Chicken y Telepizza apuestan por abrir restaurantes en la zona

M. Aneiros / A. U. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

En A Gándara se anuncia la llegada del gigante norteamericano mientras en Esteiro se ultiman los detalles de la nueva pizzería

22 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La cadena de restaurantes de pollo frito Kentucky Fried Chicken abrirá en A Gándara el que será su tercer local en Galicia, sumándose este al situado en el centro comercial Marineda City de A Coruña y al que abrió el pasado verano en la Rúa da Senra de Santiago de Compostela.

El establecimiento se situará en el solar en el que, hasta su reciente demolición, se situaba la empresa Persianas Garcal. Una ubicación privilegiada al situarse en una zona con gran movimiento de gente por estar entre los accesos a Alcampo y Odeón. Por el momento, tan solo un cartel situado en el solar vacío anuncia la futura apertura del KFC, aunque las obras para la contrucción del restaurante todavía no han comenzado y el letrero no especifica cuando abrirá sus puertas el rey del pollo frito.

PAULA QUIROGA

Donde las obras avanzan sin cesar es en la avenida de Esteiro, donde Telepizza abrirá un restaurante que se sumará al situado en la calle Venezuela y al naronés de la calle San Andrés. Los vecinos de la zona comentan que hacía mucho tiempo que se hablaba de la llegada de la cadena de pizzerías al barrio y que incluso miembros de la compañía se encargaron de preguntar opiniones por la zona para elaborar un estudio de mercado.

El nuevo establecimiento se situará en un bajo, que hasta el momento había estado sin ocupar, entre los portales 7 y 9, aunque la entrada será por el callejón perpendicular a la vía principal. El popular cartel rojo con el logo de la empresa, ya está colgado sobre las cristaleras que rodean el local y a través de las cuales se puede apreciar como el interior va tomando forma y adoptando la decoración característica de la cadena. Pese a que la empresa no ha hecho público cuándo abrirá sus puertas, por la velocidad a la que avanzan las obras, no parece que el olor a pizza vaya a tardar mucho en inundar el barrio ferrolano.