«Me libran de un cascote y me exponen a un atropello; no sé qué será peor»

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El Concello valla una casa ruinosa obligando a los viandantes a invadir la calzada

21 ago 2018 . Actualizado a las 08:03 h.

La medida adoptada ayer por el Concello de Ferrol de vallar el edificio ruinoso correspondiente al número 348 de la carretera de Castilla, en las proximidades de Ponte das Cabras, ha despertado numerosas críticas de los vecinos y también de gente que habitualmente transita por la zona. Y es que la zona vallada llega hasta la línea de separación del arcén de la calzada, lo que obliga a los peatones a invadir la zona destinada al tráfico rodado, sin ningún tipo de protección a lo largo de unos veinte metros.

Los vecinos son conscientes de la necesidad de preservar a los viandantes de la posible caída de cascotes del edificio, pero consideran que no por ello deben someterse a otro riesgo. Lo decía muy claramente ayer la joven Inés Díaz: «Me libran de un cascote y me exponen a un atropello; no sé qué será peor». A su modo de ver, lo lógico sería colocar una malla cubriendo toda la fachada del inmueble ruinoso, habilitar un pequeño pasillo en la zona más separada de la fachada o una barrera para separar a los peatones de los coches.

Por su parte, Rubén Vázquez, que no vive en la zona pero transita con frecuencia por la carretera de Castilla para dirigirse al centro, se muestra más drástico. «Que lo derriben de una vez y nos eviten estos problemas», manifestó, añadiendo que hace algo más de un año ya estuviera vallado otra vez, aunque sin impedir el paso a los peatones, y finalmente las barreras se retiraron sin más.

El dueño de un bajo situado en las proximidades le augura el mismo futuro, señalando que «las bridas se rompen y esto no va a durar un mes así».

Un operario de un taller ubicado en la zona también recuerda el vallado anterior y apostilla que, aún sin ocupar toda la acera como ahora, un vecino se había roto un brazo en una caída al subir a la acera.

José Manuel Ferreira también se muestra crítico con el vallado. «Está mal. Te juegas la vida y algún despistado habrá que se lleve más de un susto», apuntó.

Y para sustos el que ya se llevó ayer tras la colocación de las vallas Sonia Pérez. Así lo manifestó a este periódico: «Es muy peligroso. La guagua -autobús- se aproxima mucho, porque no puede invadir el carril contrario. Yo tuve un gran susto esta mañana y tengo que pasar por aquí a diario».

A Antonio, un hombre de edad que pasea por la zona también le parece mal y lo repite. «Está mal. A xente non ten por qué meterse á estrada. Que poñan unha rede, coma noutros lados».

Otra viandante, Florinda Bouza Piñón, que vive en Campo de Chao se sorprende, asimismo, de que tener que invadir la calzada destinada a los coches. «Temos que ir pola estrada e se nos pasa algo a ver quen paga», dijo, relatando una caída que sufrió ella hace un tiempo cerca del cuartel de San Xoán por una loseta levantada, con el resultado de unas lesiones muy graves. «Non morrín de milagre, denunciei ao Concello e dixéronme que mirara para o chan. Ti crees que pode ser así», apunta, añadiendo otra interrogante referida a las personas de movilidad reducida, aludiendo directamente al caso de su marido, operado de las caderas y con muletas, «¿por onde vai pasar el».

De todos los consultados ayer en el punto crítico, solo una joven dijo que le parecía bien el vallado, «porque es mejor ir con precaución con los coches que que te caiga encima algo del edificio».